Regreso a la pista

El músico electrónico Matthew Herbert es conocido por su afición a los retos. Algunos se los ha impuesto él mismo, como grabar discos a partir de sonidos recogidos en una noche de club (One club), de su propio cuerpo (Oneone) o de las etapas vitales de un cerdo (Onepig, para el que en Inglaterra no se le permitió registrar los sonidos de la matanza). Especie de renovador de la llamada «música concreta» (en la que se emplean sonidos de origen natural), Herbert grabó en el 2012, bajo el alias de Wishmountain, un disco llamado TESCO en el que cada tema se nutría de sonidos de los 10 productos más vendidos en la cadena de supermercados británica del título, con fama de poco ética. Todos los ingenios de Herbert suelen tener un ángulo político de protesta y oposición.

También sucede en Theshakes, aunque su primer disco como Herbert desde Scale (2006) suponga un verdadero regreso a sus raíces en una música de baile seductora y sensual. «Tras un puñado de nuevas experiencias, como por ejemplo mi primera ópera (Thecrackle), necesitaba volver a un lugar, digamos, seguro; recuperar mi confianza», explica. «Hacer canciones de nuevo y recordar quién era».

Herbert vuelve a ser tan melódico como en el memorable Bodilyfunctions (2001), pero hablamos también de un disco sobre los miedos de un padre en un mundo de violencia creciente. En ese sentido, puede ser tan engañosamente hedonista como Scale. «No puedo recuperar mi inocencia», explica. «Ya no sé hacer música como hace 10, 20 años. El mundo tiene ahora más peligros. En el disco se siente la tensión entre el amor que da la familia y, por otro lado, el horror de todo lo que está sucediendo».

Herbert emplea en Theshakes el sonido de reliquias familiares, pero también balas y casquilloscomprados en eBay. «Se puede hacer música con todo, incluso con el sonido de jóvenes matando por trabajo. En eBay pueden encontrarse cosas raras, como estas municiones usadas; darse un pequeño paseo por esa web puede ser una combinación extraña de shopping y violencia».Pese a los turbadores cimientos de algunos nuevos temas, el directo de este lunes en Barts (21.00 h.), dentro del Guitar BCN, será ante todo «una celebración», asegura el músico británico. Y añade sobre la velada: «Combinará música del próximo disco con otra más antigua. Tendrá algo de set de DJ y de show en directo, con sección de viento, guitarras y cantantes; una especie de pequeña Big Band. Tras algunos espectáculos bastante intensos, como aquel de la vida del cerdo, necesitaba presentar algo un poco más festivo».