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El regreso de los Teleñecos El tour de los Muppets

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James Bobin

Los entrañables personajes de los Teleñecos parecían un producto caducado, únicamente aplicable al siglo XX, pero Los Muppets (2011) resucitó a Kermit, Fozzie y compañía aplicando tanto el humor blanco como la nostalgia. Su éxito ha provocado esta continuación que, justamente, empieza donde acaba la anterior película, con el the end. Las marionetas descubren que la cámara sigue rodando y deducen que se filma una secuela, lo que da pie a un ingenioso número musical. Y es que eso es lo mejor de esta segunda parte: sus canciones y coreografías (entre ellas, una desternillante con Machete Danny Trejo y Uno de los nuestros Ray Liotta interpretando un tema de A chorus line).

La trama (unos ladrones que les engañan para hacer una gira por Europa mientras perpetran robos) es lo de menos. El genial Ricky Gervais está desaprovechado porque lo que verdaderamente importa es la interacción entre nuestros héroes de felpa. El tour del título les lleva por Alemania, Irlanda y Gran Bretaña haciendo una parada en Madrid. Más allá de que toda ella fuera rodada en Inglaterra y Estados Unidos imitando las capitales europeas, su principal problema, vista desde aquí, reside en la insistencia en los tópicos. Los toros, el flamenco y la Macarena presiden este fragmento con una música más mexicana que española y la presencia de Salma Hayek (nacida en Veracruz) como estrella local. Es simpática y divertida a ratos, pero sus creadores deberían

apuntarse a clases de repaso, por ejemplo, a un curso de Barrio Sésamo.

E. DE VICENTE