Las raíces de Dom La Nena

Su cara aniñada le hace parecer todavía más joven. Tiene 25 años y un currículo de lo más sorprendente. Con 18 participó como violonchelista en el último disco y en la gira internacional de Jane Birkin (La tête de maman). «Una experiencia muy fuerte, sí. Jane Birkin es la persona más sensible que conozco. Fue agotador, viajando sin parar. Ella estaba cansadísima, pero era salir al escenario y sacar una energía increíble», recuerda Dom La Nena, la multinstrumentista y cantante brasileña que el domingo por la noche presentará en el Foyer del Liceu su disco de debut, Ela.

Entre las colaboraciones anteriores a su proyecto personal también destacan otras actrices de relumbrón como Jeanne Moreau, con quien se embarcó en un espectáculo de poesía y música. Y también la reclutaron desde Camile hasta Etienne Daho y Piers Faccini, el que acabó de animarla a componer y la ayudó con la producción de su compacto. El concierto del Liceu supone el debut en Barcelona de Dominique Pinto (su nombre real). Y la despedida de la gira de Ela. En marzo tiene previsto publicar un segundo desembarco que ya tiene título, ElaSoyo. «Así, sin doblar la i griega; una sola palabra», aclara.

Antes de Birkin, Dom La Nena tenía una formación puramente clásica. Su precoz obsesión por el violonchelo (a los 10 años lo tuvo claro) le llevó a dejar su Porto Alegre natal y afincarse en Buenos Aires para ser alumna de su ídolo, Christine Walevska.  «Busqué su número en la guía telefónica de Nueva York, la llamé y cuando me explicó que ella se iba a ir Argentina, no lo dudé».

La artista relata que cuando empezó a escribir canciones decidió tomar también clases de canto. «Pero a modo de apoyo, porque a la vez toco el violonchelo y hago percusión y loops con los pies. Todo un trabajo de coordinación, por lo que más que técnicas de canto lo que quería era sentirme bien con mi voz».

Dom La Nena se afincó luego en Francia, donde seguía extrañando a su familia, «en plena crisis de identidad», admite. «Me sentía brasileña, francesa, argentina... Cuando en realidad, ¿qué carajo era?», ríe. «Hasta que acepté que no tengo una raíz. O que yo misma soy mi propia raíz».

El caso es que toda esa «época dolorosa» la trasladó a sus letras. «Muchas hablan precisamente de la búsqueda de identidad cultural. Y de la infancia, el único momento de mi vida que pasé en Brasil. Curiosamente, el disco de Jane Birkin también hablaba de la nostalgia de la infancia. No sé si será una coincidencia».

Ela contiene 13 piezas en los que también hay cabida para ritmos festivos como la batucada y la samba (en títulos explícitos como Batuque y Sambinha). E incluye un dueto con el cantante Thiago Pethit en la pieza Ela Batuque SambinhaBuenos Aires«Ahora escribo más en castellano que en portugués. Y en mi nuevo álbum casi la mitad será en este idioma. Me encanta el acento argentino [lo tiene marcadísimo]. Con el francés no me siento tan a gusto. En cambio, en castellano me es más fácil conciliar la poesía con su musicalidad y sus sonidos».