La mirada

Querida Rosa

AINA CLOTET

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace unos pocos meses, cogidas de la mano, te acompañé a recoger el premio honorífico del festival Most de cine. Con pasos pequeños pero seguros, salimos al escenario, donde 800 personas se pusieron inmediatamente de pie. Yo te intentaba narrar todo lo que veía, pero tú ya lo notabas. Tus sentidos, agudizados más que nunca, te hacían sentir la energía de tanta gente que aplaudía tu trayectoria y valentía. Ya escondidas detrás del escenario, después de lloros y abrazos, me dijiste, muy flojito: «Recordarás esto, ¿verdad?». Creo que no pude expresarte con suficiente contundencia lo que sentía en aquel momento, porque la emoción me desbordaba. Así que aprovecho para decírtelo ahora que seguro que me escuchas.

Siempre te he visto tan elegante, tan culta, tan brillante, con tu sentido del humor inigualable. No me cansaba de escuchar tus historias y aventuras, tus opiniones atrevidas, controvertidas, tu mirada ácida sobre la vida. Estos últimos tiempos me has regalado momentos de gran lucidez, con frases y metáforas de la vida que me guardo como pequeños tesoros.

Ser tu hija en 'Rastres de sàndal' me dio la oportunidad de acercarme y conocerte más en un momento difícil pero de gran ternura y valentía. El primer día de ensayo llegué a tu casa con mucha prudencia y respeto. Pero en seguida sentí que jugaba en casa. Tus ojos preciosos me retaban y me hacían conectar con mi más sincera verdad. Cómo disfruté viendo que sintonizábamos y que coincidíamos en el replanteamiento de diálogos y escenas. Menos es más, siempre, ¿verdad? ¡Y qué buenos que estaban los tocinillos y los bombones de chocolate que te llevaba y te obligaba a comer! Me hacía feliz verte disfrutar de un momento dulce con tanta pasión.

Cómo me he reído a tu lado, Rosa. Todavía te oigo reír y se me contagia. Tengo tantos fragmentos de historias que me has explicado que me bombardean la cabeza; ahora mismo podría escribir páginas y páginas… Siempre lo recordaré y te recordaré, no tengas ninguna duda.

Que viajes muy alto, Roseta.Gracias por todo.