REGRESO DE UNA INNOVADORA BANDA ALTERNATIVA

Puzle contra el integrismo

Afraid to Speak in Public vuelve a la vida y presenta en La 2 su primer disco en 17 años

Afraid to Speak in Public, en una imagen promocional.

Afraid to Speak in Public, en una imagen promocional.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Nacieron en 1991, en tiempos en que se iban diluyendo las fronteras entre géneros: hardcore, metal, funk, ruidismo... Son Afraid to Speak in Public y reaparecen con su primer disco en 17 años, 'Dos minutos de odio', en el que desarrollan aquella identidad revoltosa, que les convirtió en una de las bandas más inquietas, incluso desconcertantes, del rock alternativo de los 90. «En la música es importante ser libres y prescindir de integrismos», subraya Mariano Vera, guitarrista de esta banda surgida en Badalona, que este miércoles actúa en La 2 de Apolo (abrirá Isards a las 21.30 horas).

Se disolvieron a finales de 1997 sin presentar su tercer disco, homónimo, del que hoy recuperarán parte de su contenido. Pero su regreso, que comenzó a fraguarse hace algo más de dos años, cuando el grupo actuó en el 20º aniversario del Garatge Club, en Razzmatazz 2, no es un simple revival: hay nuevas canciones en las que su fusión de géneros persiste y se insinúan trazos de madurez. «Siempre hemos tenido trozos tranquis en nuestras canciones, pero ahora esos trozos son más sutiles», estima el bajista Álex del Pozo. «Sale más nuestro lado hippie», ironiza Mariano. El cuarteto actual incluye al cantante histórico, Monti, y a un nuevo batería, Gato.

Más allá de un estilo

La base vuelve a situarse en un sonido promiscuo y musculoso que en su día les colocó en una casilla propia. «Nuestro estilo era no tener estilo», apunta Álex, cuyas simpatías metálicas le llevaron a fichar años atrás por Ktulu. En el grupo convivíeron desde el principio pasiones por Minor Threat, Suicidal Tendencies, King Crimson o Frank Zappa y por eso lo suyo era «un puzle» que fue ganando definición con el tiempo. «Sufrimos de un multiconsumo musical, porque lo mismo escuchábamos música étnica que experimental o hardcore extremo», explica Mariano. Lo cual les convirtió en un grupo desmarcado de las tendencias alternativas centrales, ya fuera el hardcore, el noise o el indie-pop. «Siempre estábamos en medio, aunque podíamos encajar en cualquier cartel», recuerda. 'Dos minutos de odio' alude desde su título y su portada a la novela '1984' y sus adaptaciones cinematográficas. Así se llamó, además, el grupo que Mariano y Álex formaron tras el final de Afraid. Creen que los pronósticos siniestros de Orwell («el sistema totalitario que te permite dos minutos de odio al día», recuerda el bajista) se han cumplido fatalmente, tanto como la ácida, sarcástica, letra de 'BCN'«El tiempo nos ha dado la razón porque Barcelona se ha convertido en una ciudad sin personalidad, pensada por y para el turismo», opina Mariano.