El profeta de Islandia

ConEl país de los sueños(editorial Aire), Andri Snaer Magnason anunciaba ya en el 2006 la crisis económica islandesa.«Cuando alerté sobre la mala deriva económica de mi país, y en especial de las grandes presas y factorías de aluminio que el Gobierno alentaba, no pensaba ir de profeta -cuenta el autor en Barcelona -.Pero el tiempo me ha dado la razón. El libro fue superventas en mi país y ha sido premiado en Estados Unidos por su defensa de la naturaleza y de una economía alternativa».

Magnason, autor de literatura infantil, se puso a escribir este libro, subtituladoManual de autoayuda para una nación atemorizada, porque no estaba de acuerdo con la llegada de las grandes multinacionales del aluminio a Islandia. Quiso tratar un tema económico sin la jerga de los economistas y recurriendo a la fantasía.

Desde que lo publicó se ha construido la gran presa de Kárahnjukkar, proyectada en el norte de Islandia para obtener energía para fabricar aluminio.«El gran lago de 100 kilómetros cuadrados ya existe y, en contra de lo que decían sus promotores, ha matado gran parte de la fauna», observa.«Lo que escribí hace años ahora es una realidad. No podemos vendernos la naturaleza, es el bien islandés más preciado».

Sobre lo sucedido en Islandia desde la crisis del 2008, con la revolución tranquila protagonizada por miles de islandeses y el alejamiento del poder de los partidos tradicionales, Magnason comenta:«Desde Alemania, se ve a Islandia como una isla de fantasía en la que todos leemos mucho, hablamos con los elfos y montamos a caballo, mientras que en España se ve como un lugar en el que la gente toma el poder, manda a los políticos y banqueros a la cárcel y redacta una nueva Constitución. Hay algo de cierto, pero estas visiones son más una proyección de los sueños que la realidad de lo ocurrido».

Añade Magnason que la nueva Constitución, que empezó a ser redactada por ciudadanos de base, ha sido parada por los políticos en el Congreso y que las últimas encuestas indican que el Partido Progresista, perteneciente al viejo sistema, podría volver al poder.«El Partido Conservador, que era el que mandaba en el 2008, sigue a la baja, pero los progresistas suben después de que en los últimos meses Islandia está experimentando una recuperación económica», señala.«El año antes de la crisis se vendieron en Islandia unos 20.000 coches, y cuando llegó la crisis, solo 20. Fue un descenso trágico, pero ahora las ventas se están recuperando».

A pequeña escala

Insiste en que lo que pasa a pequeña escala en Islandia, un país de 320.000 habitantes, es como una previa de lo que sucederá en el mundo. La crisis del 2008 lo avala.«Yo alertaba del conflicto entre la preservación de la naturaleza y la apuesta por fabricar energía

-apunta-.Parecía algo muy local, pero pasa en todo el mundo. Las zonas rurales tienen problemas parecidos, sobre todo cuando viene una multinacional».

Para Magnason, es vital el papel de una cultura alternativa que no dé por hecho lo que proclaman los políticos y economistas. Por ello es revelador que el libro tenga un prólogo de Björk y que, cuando se tradujo al japonés, el músico Ryuichi Sakamoto viajara a Islandia para conocerlo y le dijera que sus ideas son también aplicables a su país.