COLECCIONABLE DE ESTOPA EN EXCLUSIVA CON EL PERIÓDICO

La sopa de la mamá Muñoz

'Voces de ultrarumba' es el álbum de Estopa que este fin de semana se puede adquirir con EL PERIÓDICO. Y la frase que les inspira al dúo de Cornellà este trabajo es: «El placer de producir un disco junto a Antonio García de Diego y Pancho Varona, nuestros maestros». ¿La pieza añadida que completa el lanzamiento? Ni más ni menos que la versión que Estopa hizo de 'Mediterráneo' de Serrat.

«Yo me los llevaría a casa, los sentaría en el sofá del comedor y les trataría como a reyes»

Los hermanos Muñoz, en su estudio, ante un dibujo de Serrat y Sabina.

Los hermanos Muñoz, en su estudio, ante un dibujo de Serrat y Sabina.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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No deberían ser músicos. Ni vivir en Cornellà. No deberían ser estrellas. Bueno, en realidad, no lo son. O no lo parecen. O les da igual serlo y parecerlo. Estos dos hermanos deberían ser ciudadanos del mundo. Eso, que se ha convertido en una letanía de la gente progre, de aquellos que dicen que ellos no son ni catalanes, ni españoles, ni europeos, ni mundiales, les va que ni pintado.DavidyJosé Muñozdeberían estar a la disposición de todo el mundo. Me explico. Yo, por ejemplo, me los llevaría a casa y los sentaría en el sofá del comedor. Los trataría como a reyes. Bueno, no les podría dar la sopa que hace su madre («yo siempre se lo digo, mamá deberíamos de embotellar tu sopa y vivir de ella»), pero les deleitaría el paladar con la mejor comida mallorquina. Palabra de honor.

Y los tendría allí, por cuatro euros. Ellos serían felices de compartir mi vida. Estos tíos son tan generosos, que se conforman con poco. Con nada. Les dejaría que tocasen la guitarra y ayudasen a mis hijos con los deberes de la universidad porque fijo que estos tíos lo saben todo. Y, si no, se lo inventan y aciertan.

Tú te los llevas a casa y te alegran la vida. Y, luego, cuando ya han enderezado tu existencia, se los prestas a un amigo. «No, no, que estos tíos van con una gente muy rara y están todo el día de marcha». Mentira, le diría a mi amigo. Tú no sabes lo que es tener a estos tíos en casa, tocandoMediterráneo, entonando piezas deSerrata su manera, es decir, a la manera deFrank Sinatra.Tú, te los llevas y ya verás como cambian tu vida. Ellos, que están hechos del material con el que se hacen los sueños, solo piden roce, cariño, coleguismo, complicidad. Ni siquiera dinero. Tú los tienes en el salón (hombre, si tienes una piscinita comunitaria mejor, pues ellos viven en una terracita la mar de chula pero con un balde de agua para refrescarse los pies) y, cuando viene tu familia o alguien para hacer un negocio, o vecinos, o colegas de oficina, les dejas que hablen.

Pero, ¡ojito!, porque si les dejas hablar demasiado, se te los llevarán a su casa y perderás la posibilidad de disfrutar de ellos, con o sin canción, con o sinMediterráneo. Y qué le voy a hacer, pensarás. Pues tonto tú, que has enseñado a tus amigos lo mejor que tienes, estos dos tipos que yo te he prestado. Porque yo, que lo sepas, soy amigo deDavidyJosé. Y cuando les llamó, no solo me conceden una entrevista de cinco páginas, sino que me cantanMediterráneo. Cuando a mí, ya ves, me da igual porque si quiero, como también soy amigo deSerrat, podría llamar a su hijaMariay pedirle que papá me la cantea capela.

Sabes qué, me los voy a quedar. No voy a prestártelos. Son míos. Los quiero. Me quieren. Menuda sopa la de mamá.