La Comisión Europea solo dejará bajar el IVA del 'ebook' de forma general en toda la UE

La CE lleva a los tribunales el tipo reducido del libro electrónico en Francia y Luxemburgo y no prevé proponer la equiparación hasta finales del 2013

Bajará el IVA del 'ebook' de forma general en toda la UE

Bajará el IVA del 'ebook' de forma general en toda la UE / CPI

ERNEST ALÓS / Barcelona

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Que al libro electrónico se le cargue el IVA general (21% en España) y al de papel el tipo reducido (el 4%) es un absurdo que no tendrá solución al menos durante el año 2013, algo que ha quedado claro tras la decisión de la Comisión Europea de llevar a los tribunales comunitarios a Francia y Luxemburgo por conceder a los libros electrónicos un tipo de IVA reducido. El comisario de fiscalidad, el lituano Algirdas Semeta, ha admitido que los dos tipos deberían converger, pero hasta finales del 2013 no habrá una propuesta sobre la mesa  "y mientras tanto, los estados miembros deben jugar limpio. La infracción de las reglas del IVA para los 'ebook' distorsiona el mercado único y se opine al principio fundamental de la UE de competencia legal en materia de impuestos".

Que las librerías electrónicas como Amazon y Kobo actúen desde Luxemburgo con un IVA del 3% es un caso de competencia desleal con el resto de librerías online (las españolas deben cargar un 21% a las ventas de 'ebooks', por ejemplo) que tiene en pie de guerra al sector editorial. Y que en países como España lastra la posibilidad de que las iniciativas autóctonas, obligadas a ofrecer el mismo precio de venta al público pero a absorber un IVA mayor, puedan competir con las multinacionales. Sin embargo, este problema no tendrá una solución inmediata.

La normativa impositiva comunitaria incluye los libros de papel entre los productos que se pueden beneficiar de un IVA reducido (el 4% en España, el 5,5% en Francia...), aunque teóricamente solo en las ventas que se realizan en el interior de cada país según la comisaría de la competencia (otro contendiente en este conflicto). En cambio, insiste la Comisión, el libro electrónico es un servicio de descarga digital que debe tributar al tipo general (el 21% en España, el 19,6% en Francia).

El primero en romper las reglas fue Luxemburgo, convirtiéndose en un paraíso fiscal para los gigantes del comercio electrónico llegados de EEUU (Amazon) o Canadá (Kobo). Y el primero en responder, igualando también el IVA del libro electrónico en su país con el del libro de papel (7% en el 2012, 5,5% en el 2013 y 5% en el 2014) fue Francia, con dos argumentos de peso: no se puede castigar fiscalmente el desarrollo de una nueva vía de negocio en lo digital ni condenar a los distribuidores franceses como FNAC a competir en inferioridad de condiciones con Amazon.

La CE, sin embargo, ha puesto en el mismo saco a Luxemburgo y a Francia: apercibió a ambas, recibió alegaciones de los dos países defendiendo su posición y oponiéndose a dar marcha atrás y esta semana, en vista de estas respuestas, ha decidido llevar a ambos países ante los tribunales de la comunidad, insistiendo en con la actual normativa ni el libro electrónico se puede beneficiar de un tipo reducido ni se puede mantener esta competencia desleal en el interior de la comunidad.

Así, parece difícil prever que algún otro país se atreve a dar próximamente un paso similar en la equiparación del IVA del libro digital y el impreso (según la CE solo los podría igualar por arriba: pero un aumento del IVA del libro impreso del 4% al 21% en España sería una declaración de guerra a los editores que el Gobierno de Rajoy evitó en su última reforma impositiva; la labor de lobi de editores como Lara impidió in extremis un incremento del 4% al 10% que hubiese sido la puntilla a un sector en plena crisis).

Pero hay otra posibilidad, que la misma Comisión deja abierta al admitir que sería razonable esta equiparación, pero solo si se reforma la normativa general para admitir que el libro electrónico deje de considerarse un servicio de descarga digital equiparable al resto de productos del sector de la informática como ahora. "No es posible, sin embargo, asegurar una convergencia hacia la tasa reducida aplicable actualmente a los libros tradicionales sin modificar la directiva del IVA", advierte. Eso sí, se trata de un debate que empezó en diciembre del 2011 y que no se convertirá en una propuesta concreta de reforma hasta finales del 2013. Y vaya usted a saber cuándo llegaría la aprobación y si, como efecto colateral, pudiese conducir a un aumento del IVA del libro impreso.