Ideas

Uno de balonmano

DOMINGO RÓDENAS

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¿Recuerdan el chiste de Eva Hache en la gala de los Goya sobre la ausencia del príncipe Felipe? Decía que, sin embargo, «va a los partidos de balonmano con el daño que ha hecho el balonmano a esa familia» Nunca una broma fue más apropiada... ni más inocua, porque disolvía en la sosa cáustica del humor la ya muy recalentada indignación de cualquier ciudadano honrado. Esta chanza funciona con un mecanismo antiquísimo, que consiste en una exageración (una hipérbole) basada en una metonimia (referirse a la parte por el todo y viceversa). El efecto de la desproporción puede ser hilarante y de ella deriva la fuerza cómica del recurso. Un ejemplo sin salir del cine nos lo brinda María Barranco, que en 1988 ganó el Goya a la mejor actriz de reparto por el papel de Candela en Mujeres al borde de un ataque de nervios. A Candela la había engañado un terrorista chií y ella, dolida, se quejaba: «Qué mal se ha portado conmigo el mundo árabe». El individuo es sustituido por el conjunto, el espécimen por la categoría, el burlador chií por el mundo árabe y Urdangarin por el balonmano.

La Real Federación Española de Balonmano, a la que hay que colmar de felicitaciones tras el glorioso mundial, ha expresado su «sorpresa, estupor e indignación» ante la ocurrencia de la humorista porque perjudica «gravemente» la imagen de ese deporte. Bien, eso es tener averiado el sentido -y entendimiento- del humor, pero también es tener en muy poco la inteligencia de los espectadores, perfectamente capaces de no confundir un chiste sobre el yerno del Rey con una agresión al balonmano. La federación, que no se conforma con manifestar su enojo, exige una rectificación. No se me ocurre cómo rectificar un chiste, a no ser que se elimine la hipérbole metonímica igual que se arranca el motorcillo a un camión de juguete. ¿De verdad hay que aclarar que donde se dijo «balonmano» se quería decir «Urdangarin»? Más le hubiera valido a la federación aplacar su santo enojo para, recurriendo al mismo ardid retórico, lamentar cuánta inquina contra el balonmano se cuece en el mundo de los cómicos.