Reclutas verdes fritos

Para amenizar la sobremesa, La Sexta nos propone un ejercicio tituladoAlguien tenía que decirlo. Y para llevarlo adelante han reclutado aTxabi Franquesa, David Broncano y Dani Rovira, tres aspirantes a humoristas a los que ya habíamos visto anteriormente trabajando el monólogo televisivo. Llevan tres programas emitidos desde el lunes. El primero, el de su debut, fue particularmente anodino. En el del martes, y en el de ayer, hemos visto alguna mejoría, pero en general trabajan sobre guiones flojísimos. Tapizan sus 55 minutos diarios con infinidad de minisecciones que buscan dibujar un trepidante ritmo. Por ahora solo encuentran confusión, embrollo y lío. Aburren. Hombre, si siguen con estos esquemas acabarán haciendo bueno, por contraste, aquel otro programa que se llamóSé lo que hicisteis. Démosles un par de semanas a estos reclutas, pero deberían fijarse en cómo trabajan la ironía, y el humor corrosivo, los deEl intermedio. De hecho, en elgagpromocional que les preparó la cadena el otro día salióWyomingen plan instructor castrense y arengaba a los tres reclutas, puestos firmes. Les decía, con sorna:«Así que tenemos programita nuevo ¿eh? Pues tú súbete la bragueta. Y tú trátame con respeto que soy una leyenda: llevabas pañales cuando a mí ya me habían echado de cuatro cadenas». Efectivamente: causticidad, mordiente, guiones con ingenio y tablas, muchas tablas, es lo que estos nuevos reclutas necesitan. No veo por ahora a ninguno de ellos con capacidad para plantarse delante de la cámara y decir, por ejemplo, lo queWyomingdijo el otro día. Con semblante triste, exclamó:«Los desahucios cada vez afectan a más gente. Tengo un amigo casado con una inmigrante, y llevan años sin trabajar. Pero tranquilo, ¡no dejaremos que le echen de la Zarzuela, Majestad!»¡Ahh! Bravísimo.

LA HUELGA: ¡UN FRACASO! .-Lo más notable que ha ocurrido sobre la huelga general lo ha protagonizadoHermann Tertsch. La plataformaSalvemos Telemadridha advertido queTertschdejó grabada una crónica para Telemadrid en la que constataba y aseguraba:«El objetivo de la huelga era disparatado y por eso estaba condenada al fracaso». O sea, que según este periodista la huelga no la ha seguido nadie y ha naufragado de forma absoluta. Lo más instructivo es que su crónica sobre la huelga general la grabó el martes, o sea, antes de que se hubiera producido. ¡Ahhh! La caverna es así.