La primera exposición de Sekula en España reivindica la cultura marítima

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La Fundación Tàpies muestra a partir del día 14 de junio en la exposición "Allan Sekula. Sísifo colectivo" la obra del artista estadounidense, desde uno de sus ensayos fotográficos más conocidos, "Fish Story" a su último proyecto en vida, "Ship of Fools/The Docker's Museum".

En su primera exposición en España, la Fundación Tàpies ha reunido otros dos proyectos de Sekula, "Deep Six/Passer au bleu" y la película "Lottery of the Sea", que constituyen en conjunto una reivindicación de la cultura marítima, en vías de extinción.

El director de la Fundación Tàpies, Carles Guerra, ha señalado hoy en la presentación que "en todas sus obras Sekula lamenta la desaparición del mar frente a la economía global que idealiza un mundo conectado" y expresa su preocupación por "la progresiva desaparición del mar de nuestro imaginario y de nuestra conciencia".

Para Guerra, esta exposición "tiene un valor añadido en Barcelona, por haber sido una ciudad portuaria, actualmente colonizada por un proceso de turistificación intensa".

De hecho, ha recordado Guerra, el artista mantuvo una estrecha relación con la Barcelona posolímpica, una ciudad que le fascinó como "caso de estudio para pensar las nuevas formas que adopta la injusticia en el marco del neoliberalismo".

Allan Sekula (Erie, 1951-Los Ángeles, 2013) está considerado el nombre más destacado de la fotografía moderna en la segunda mitad del siglo XX, con una trayectoria marcada por una crítica a los vínculos que la fotografía siempre había mantenido con la economía, el trabajo y las políticas de representación.

En la exposición, que estará abierta al público hasta el 25 de septiembre, se muestran dos importantes bloques de trabajo en los que Sekula observó y analizó el impacto de la economía marítima sobre la incipiente globalización de los años 90, así como el nuevo marco moral impuesto por el neoliberalismo de principios del siglo XXI: "Fish Story" y "Ship of Fools/The Docker's Museum".

La condición marítima de Barcelona hizo que Sekula la incorporara en el relato de una globalización en la que aparecen ciudades como Los Ángeles, Atenas, Bilbao, Rotterdam o Tokio.

De "Fish Story" (1989-1995), un clásico entre las obras que inician una crítica al capitalismo de la globalización, señala Guerra, cocomisario de la muestra, se han conseguido reunir cuatro de los nueve capítulos, en los que Sekula fotografía a soldadores de la sección privatizada de los antiguos astilleros Lenin de Gdansk, un sorteo de estiba en el puerto de Barcelona, marines de EEUU, un maquinista, estibadores descargando pescado congelado en Argentina o pescaderas al cierre de la subasta matinal.

"Ship of Fools/The Docker's Museum" (2010-2013), el trabajo en el que Sekula ocupó sus energías durante los últimos años de su vida, conforman una nueva manera de entender la práctica fotográfica.

Para ese último proyecto, que Sekula pudo ver en su primer estadio en exposición en Reims (Francia) en 2012, el artista reunió objetos comprados en eBay relacionados con la cultura marítima, objetos turísticos.

El activismo, la literatura, las economías de acceso a las imágenes y el estatuto precario del artista dan como resultado un nuevo género artístico que se podría definir, apunta Guerra, como "ensayos visuales a medio camino entre la fotografía, el museo de zarandajas y la literatura social".

La exposición concluye con la película "Lottery of the Sea", que, recuerda Guerra, toma su título de Adam Smith, quien comparaba la vida del marinero con las apuestas en su célebre "The Wealth of Nations".

Este documental es un insólito diario que Sekula comenzó en el verano "presuntamente inocente" de 2001 y donde anota con imágenes la colisión de un pesquero japonés en prácticas con un submarino estadounidense, la ampliación del canal de Panamá, el desastre ecológico del Prestige en Galicia y "la capacidad de la gente para autoorganizarse frente al desastre y la indiferencia del gobierno", y otros conflictos en Nueva York, Lisboa, Atenas o Amsterdam.

La viuda de Sekula, Sally Stein, ha remarcado hoy en Barcelona que el artista "no era antiglobalización, sino que estaba en contra de los abusos del neoliberalismo, y siempre mostró interés por la conexión global desde una perspectiva de la gente corriente".