GALARDÓN

Josep Maria Esquirol, Premio Nacional de Ensayo

El filósofo y profesor de la Universitat de Barcelona, distinguido por su obra 'La resistencia íntima', alerta sobre "la esclavitud de la ignorancia"

Josep Maria Esquirol, filósofo y profesor de la Universitat de Barcelona.

Josep Maria Esquirol, filósofo y profesor de la Universitat de Barcelona. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Por “meditar, de manera directa y personal, sobre la propia vida ayudando a vivirla con mayor lucidez y consciencia. Un buen ejemplo de filosofía de alto estilo capaz de interpelar a cualquier clase de lector”, esta ha sido la valoración del jurado para otorgar a la obra 'La resistencia íntima: ensayo de una filosofía de la proximidad' (Acantilado / Quaderns Crema), del filósofo Josep Maria Esquirol (1963), el Premio Nacional de Ensayo, dotado con 20.000 euros.

Para el autor, que tras salir de dar clase en la Universitat de Barcelona, donde es profesor de filosofía política y pensamiento contemporáneo, ha visto la llamada perdida del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para anunciarle la noticia, este galardón “en realidad premia a los lectores del libro, que ha funcionado porque ellos lo han recomendado. Ese es el mayor premio”. 

"ESTAMOS A LA INTEMPERIE"

Uno de los ejes de ‘La resistencia íntima’, explica a este diario el filósofo catalán, es “la idea básica de la intemperie humana. Estamos al descubierto y por lo tanto hay muchas cosas que nos erosionan, nos disgregan, nos van mal. Ante eso, el gesto humano por excelencia es protegernos y eso significa amparo, resistencia, cuidado, gestos que implican calidez, confianza, solidez, como el hecho de estar en casa, no en el sentido arquitectónico, de estar entre cuatro paredes, sino de espacio cálido que nos permite recuperar fuerzas, mantener la verticalidad y fortalecernos”.

Esquirol recuerda que en el libro no intenta “dar recetas ni ofrecer planteamientos fáciles para solucionar las cosas, porque las más graves no tienen solución, sino explicar las cosas de tal manera que ayude a afrontar la dificultad con más claridad”.  Por ello, el autor reivindica “la cotidianidad del lenguaje, más cálido y menos formal y menos abstracto”, para “poner atención en elementos que no son novedad y que la gente ya vive para que se vean aún más”. “No descubro nada nuevo sino que destaco cosas que en esta sociedad espectacular se suelen arrinconar”.

LA ESCLAVITUD DE LA IGNORANCIA

“La peor esclavitud consiste en no entender nada. La ignorancia te hace esclavo de la situación y en el momento en que tú entiendes una situación ya la estás cambiando, transformando”, añade el autor de una decena de libros, entre ellos, 'Los filósofos contemporáneos y la técnica', 'El respirar de los días', 'El respeto o la mirada atenta' y 'La frivolidad política del final de la historia'. Por eso, el suyo “es el pensamiento serio, que no da recetas sino que comparte la comprensión que por sí misma ayuda a cambiar las cosas”. 

“Reivindico sobre todo la intimidad”, concluye, en referencia al título. “No me refiero al interior sino a íntimo como sinónimo de cercano. Y lo más íntimo son las otras personas. Una intimidad hecha de relaciones con personas que te acompañan en tu vida”.     

EL JURADO

El jurado, presidido por el director general de Política e Industrias Culturales y del Libro, José Pascual Marco, y con la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández, como vicepresidenta, ha estado formado por los autores premiados en el 2014 y el 2015, Adela Cortina y José Manuel Sánchez Ron; Miguel Sáenz Sagaseta, designado por la Real Academia Española; Xosé Henrique Monteagudo, por la Real Academia Gallega; Jon Sudupe, por la Real Academia de la Lengua Vasca; Marta Pessarrodona, por el Institut de Estudis Catalans; Juana Vázquez, por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE); Rafael Núñez Florencio, por la Asociación Española de Críticos Literarios; Ignacio Gil, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Teresa San Segundo, por el Centro de Estudios de Género de la UNED; y Javier Gomá, por el ministro de Educación, Cultura y Deporte.