A. G. Porta adivina el futuro

El escritor imaginó en el 2008 lo que nos traería la crisis en su novela 'Las dimensiones finitas'

El escritor A.G. Porta, en un hotel de Barcelona.

El escritor A.G. Porta, en un hotel de Barcelona. / periodico

ELENA HEVIA / BARCELONA

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A.G. Porta (Barcelona, 1954) pertenece a esa clase  de escritores muy reconocidos por la crítica, como Celso Castro o Carlos Peramo que, por las razones que sean, no tienen el mismo consenso entre los lectores. Lo dice su amigo, el crítico Oscar Carreño, que conoce a fondo su trayectoria.  Porta ha sido un escritor más bien tardío y lento a la hora de publicar. Con un kilómetro cero que a más de uno dejaría verde de envidia: haber escrito a cuatro manos ‘Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce’  con su gran amigo Roberto Bolaño, cuando éste malvivía y estaba todavía lejos de que le consideraran un mito.  

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Porta -el A. G. oculta a Antoni  García- acaba de publicar ‘Las dimensiones finitas’ (Acantilado), una novela mucho más accesible que sus últimos trabajos y que puede leerse, entre otras cosas, como una crónica en directo de cómo abordamos el ahora lejano inicio de la crisis, porque es en aquella fecha cuando da comienzo la historia. “En el 2008 todo el mundo te amenazaba con una situación que nos iba a dejar temblando a todos, pero pocos imaginaban lo que se nos venía realmente encima, cómo el mundo ha acabado girando alrededor de los poderes financieros”, explica el autor.  

LA CULTURA Y EL AMOR

Otra de las lecturas es que, sencillamente, ‘Las dimensiones finitas’ es una historia de amor. La que vincula a Bruno, un consultor de empresas vapuleado por las circunstancias económicas y que no ha leído un libro en su vida, con Albertine (sí, como la heroína de Proust), una mujer letraherida.  Por eso él se verá obligado a zambullirse en el mundo de la cultura sin manual de instrucciones y con una gran ingenuidad.  “Me apetecía mostrar este mundo de lectores, de escritores, de referencias cinéfilas y musicales desde fuera. Creo que solo el amor puede hacer que alguien se zambulla en algo así si no hay un interés genuino”. De manera que entre diversas opciones, Bruno se verá obligado a leer a Salinger, uno de esos 35 escritores a los que Porta suele acudir. “La novela debe mucho a ‘Teddy’, uno de los ‘Nueve cuentos’ de Salinger, al que le iría muy bien, por cierto, llamarse ‘Las dimensiones finitas’”.  Sin olvidar la banda sonora del libro, Nacho Vegas, músico de cabecera de Albertine.

Hay una faceta más y es la capacidad de Porta para atisbar el porvenir. Escrita en el 2011 y abandonada en un cajón intencionadamente durante dos años, el autor recuperó y leyó en el 2013 las predicciones que sobre el futuro de la crisis, entonces presente, planteaba la novela. “Por desgracia había acertado de pleno. Tan solo tuve que añadir cinco líneas”, dice con irónica sonrisa. 

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