Por fortuna, meditan cerrarlo

Escribo estas líneas cuando acaba de salir la noticia de que A-3 TV suspende cautelarmente nuevas grabaciones de '<i>El amor está en el aire'</i>. Celebro esta decisión, que espero definitiva aunque queden tres programas grabados. Lo que dan ahí produce un bochorno muy grande. Esta semana, la vergüenza ajena fue notable con el caso de una señora viuda que se presentó para darle una sorpresita a un exmarido que tuvo 20 años atrás. Quería decirle personalmente que sigue amándole. El caballero, que estaba en el programa con su actual mujer, se quedó estupefacto. O sea, tierra trágame. «Venga, venga aquí con nosotros y hablemos», le decía el presentador Juan y Medio a la esposa de verdad, que se negó a participar de esta sonrojante trampa. ¡Ah! La tensión era bárbara. Aquello parecía una novela de terror. Stephen King la habría titulado: «Viuda sale a pescar marido casado, y la esposa la asesina con la mirada». Este tipo de encerronas son muy canallas. Caso de tratarse de un montaje, sería igual de despreciable. Con este ejercicio, A-3 TV resucita 'El diario de Patricia', que era de juzgado de guardia y que creíamos enterrado. Reconforta que estén ahora meditando retirar este programa. Aunque me temo que no lo hacen por vergüenza, sino por la pésima audiencia registrada. Venían del fútbol, con un 31% de cuota de pantalla, y cayeron al 9,8%. Perdieron de golpe cuatro millones de clientes.

LA GRAN COMEDIA NORTEAMERICANA .- Hemos asistido en casa, durante tres madrugadas, a la gran comedia norteamericana de los debates televisados. Ha sido un gran espectáculo en tres actos. Gracias al cafre de Trump, hasta nos hemos horrorizado. O sea, este aspirante ha actuado como un perfecto 'entertainer' que ha enganchado a muchísima audiencia, aunque fuera para rechazarle. En Estados Unidos hace mucho que ya lograron, en materia política, la perfecta cuadratura del círculo. Han dotado a ese gran país de dos opciones, dos partidos, una de derechas y otro de más a la derecha, y cada cuatro años el rebaño se hace la ilusión de que elige algo. Es un sistema perfecto. Quizá es lo que algunos desearían para España. Del último acto, en Las Vegas, ha causado conmoción la bravata de Trump de que quizá no aceptará el resultado de las elecciones si pierde. ¡Ahh! No se preocupen, aceptará. A regañadientes, pero aceptará. El 'stablishment' siempre queda a salvo.