EMOTIVA FIESTA DEL 80º ANIVERSARIO DEL CANTAUTOR EN EL TNC

Paco Ibáñez: la poesía como patria

Los amigos, primero: Paco Ibáñez invitó a Pasqual Maragall a cantar 'Les copains d'abord' de Brassens.

Los amigos, primero: Paco Ibáñez invitó a Pasqual Maragall a cantar 'Les copains d'abord' de Brassens.

NÚRIA MARTORELL/ BARCELONA

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La poesía está en deuda con Paco Ibáñez. Y con su incansable galopar por la emoción de tantos versos hechos imperecederas canciones. El  artista celebró, la noche del martes, en un abarrotado Teatre Nacional de Catalunya y bajo el epígrafe de 'Vivencias' su 80º cumpleaños. Una gira-festejo que se prolongará un año. Terminará en noviembre del 2015 en el Palau de la Música de Barcelona. El artista cantó sus clásicos y rescató anécdotas de su abarrotada memoria durante casi tres horas. Y la velada culminó con el expresidente Pasqual Maragall bailando y coreando con él 'Les copains d'abord' de su admirado Brassens.

El francés fue una de las muchas   lenguas que utilizó: cantó en castellano, gallego, euskera, hebreo y catalán, ya a modo de despedida ('Barques de paper' de Espriu). Todas, lenguas que ha «vivido», aclaró. El intérprete repasó etapas de su infancia en el País Vasco, haciendo reír a la audiencia con sus aventuras con el burro de su tío; relató que estuvo preso en Israel después de que un empresario no le quiso pagar y abogó por la paz con Palestina; enarboló su amor por Andalucía, y no se olvidó de sus fructíferos años en París. "Soy un catalano-vasco-francés bastante andaluz", aseguró, antes de soltar perlas del tipo: "En mi casa no entran los anticatalanes" y "el turismo está destruyendo Barcelona". Y tras exhibir su frontal rechazo al inglés y al sentir norteamericano: "Antes morir que hablar inglés".

Declaración de principios

El concierto empezó con toda una declaración de principios. Con el poema de José Agustín Goytisolo 'En tiempos de ignominia': "La patria de todos es el canto, la voz y la palabra: única patria que no pueden robarnos ni aún poniéndonos contra un muro". En un sobrio y minimalista escenario diseñado por Frederic Amat, inició su generoso recital con versos de Quevedo, Góngora y Lorca y, tras el intermedio, el turno fue para León Felipe y Pablo Neruda.

Comenzó arropado solo por su guitarra. Y luego fueron desfilando sus acertados invitados: Mario Mas, Gorka Benítez, Pep Pascual, Chicharito, Horacio Fumero, César Stroscio y su hija, Alicia Ibáñez. El público coreó éxitos como 'Palabras para Julia', 'Andaluces de Jaén', 'Me lo decía mi abuelito' y 'A galopar'... Le cantó el 'Cumpleaños feliz'. Y disfrutó de una clase magistral impartida por alguien que no concibe el mañana sin poesía.