CRÓNICA DE MÚSICA

Placebo, angustia adolescente para siempre

El grupo alternativo celebró su vigésimo aniversario en Razzmatazz con un sonido rocoso y rescates de éxitos últimamente poco visitados

Placebo

Placebo / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Placebo han cumplido dos décadas de vida siendo fieles al espíritu de sus inicios: una intensidad oscura, expresada desde la rabia o la melancolía, especialmente propia de la adolescencia. Su primer disco, el que el año pasado cumplía 20 años, contenía un tema literalmente llamado 'Angustia adolescente'.

Quienes el miércoles acudieron a Razzmatazz para esta parada de su gira 'Placebo 20', primera de dos noches consecutivas con entradas agotadas, no eran ya 'teenagers' en muchos casos, sino más bien coetáneos del cantante-guitarrista Brian Molko (44 años) y el bajista Stefan Olsdal (43). Pero igual que su grupo favorito todavía no hace jazz vocal con letras sobre chimeneas, ellos no pensaban quedarse en casa ni dejar de corear. Angustia adolescente para siempre.

El grupo alternativo británico es una presencia bastante habitual en nuestros escenarios, pero a este directo no podía faltar ningún fan. Por el carácter celebratorio y porque recuperan canciones de éxito que hacía tiempo que tenían descartadas, como 'Pure morning', apertura de la noche. Sonido rocoso, francamente contundente, nutrido por la batería de Matt Lunn (ex Colour Of Fire), los teclados de Fiona Brice y la guitarra adicional de Nick Gavrilovic. Tras el grupo, visuales trabajados que combinaban material preexistente con imágenes tomadas in situ.

FIESTA DE CUMPLEAÑOS

"Buenas tardes, hermanos y hermanas", dijo Molko en perfecto castellano. "Esta noche [ahora sí acertó con la franja horaria] es nuestra fiesta de cumpleaños". El público se marcó un entregado 'Cumpleaños feliz', seguramente la canción más feliz de toda la noche. Placebo puede ser un grupo romántico, defensor del 'tú y yo contra el mundo', pero a menudo juega la carta del pesimismo: uno de los temas mejor recibidos el miércoles fue 'Too many friends', su particular episodio de 'Black mirror', en la que se despachan a gusto contra las redes sociales.

La melancolía se apoderó de una sección intermedia con 'Protect me from what I want', 'Without you I’m nothing' (con imágenes de Bowie, su colaborador en la versión 'single' del tema), '36 degrees', 'Lady of the Flowers'… Pero antes de que la cháchara entre el público se convirtiera en ruido serio, el grupo giró 360º y escupió la dinámica 'For what it's worth'. Se oyen abajo frases del tipo: "Ahora sí, tío, ahora sí".

En la recta final, la 'orwelliana' 'The bitter end' es recibida con algarabía, igual que, ya en el bis, 'Nancy Boy', uno de esos grandes éxitos de los que se habían hartado. Se despidieron celebrando no a Placebo sino a Kate Bush: versión del clásico inmortal 'Running up that hill'.