CAMBIOS EN LA GESTIÓN

El Picasso, museo con NIF

La pinacoteca de la calle de Montcada se convierte en fundación con el objetivo de agilizar los procesos burocráticos y atraer mecenas

Los patronos de la Fundació Museu Picasso, tras posar para la foto de familia en la sala de 'Las Meninas'.

Los patronos de la Fundació Museu Picasso, tras posar para la foto de familia en la sala de 'Las Meninas'.

N. F.
BARCELONA

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Poner el precio de la entrada, ceder una obra para exhibir fuera del museo o pedir un préstamo para una exposición son algunos de los gestos cotidianos de los centros de arte que, hasta ayer, estaban vetados al Museu Picasso de Barcelona. La pinacoteca de la calle de Montcada no tenía ni una entidad jurídica ni un presupuesto propios, ni siquiera una estructura administrativa, por no tener no tenía ni NIF, carencias que dificultaban su funcionamiento y gestión diaria, además de la búsqueda de recursos privados. Hasta ayer todo, de lo más simple a lo más complejo, debía pasar por el Ayuntamiento. De ahí que para «agilizar» todos estos procesos y «abrir el museo a la sociedad» en unos momentos en que cada vez cobra «más importancia el mecenazgo y el patrocinio» se haya creado la Fundació Museu Picasso de Barcelona, afirma Jaume Ciurana, teniente de alcalde de Cultura.

Con esta fórmula jurídica, aún pendiente de aprobación por parte de la Generalitat, la pinacoteca «gana autonomía y capacidad de gestión» y el consistorio sigue «tutelando el centro», no en vano preside el patronato y sigue teniendo la propiedad de la colección y los edificios: «El ayuntamiento da la cesión de la gestión pero no da la titularidad de nada», ni siquiera de los trabajadores que seguirán siendo funcionarios, apunta Ciurana, que añade que la fórmula de la fundación se escogió porque de todas las posibles era «la que mejor compaginaba la vocación publica del museo con la incorporación de la sociedad». Incorporación que pasa por 17 patronos que «representan la familia Picasso [están su hijo Claude y su sobrino Xavier Vilató], el mundo empresarial, el ámbito universitario, el sector de las galerías y, evidentemente, el Ayuntamiento».

Donde más se verá la autonomía es en la parte económica. Ahora los recursos que genere el museo se quedarán en el centro, que también tendrá una aportación anual del consistorio.