CINE DE BARRIO

Phenomena, en 40 películas

Un libro escrito por Jordi Batlle Caminal repasa los títulos que resumen el espíritu del exitoso evento convertido en sala

Interior del nuevo cine Phenomena, en el día de su apertura.

Interior del nuevo cine Phenomena, en el día de su apertura.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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En diciembre se cumplen cinco años de la primera cita con Phenomena, una experiencia cinematográfica nómada que acabó con sala propiael antiguo Nàpols, reconstruido para alojar lo mejor del antiguo acto de ir al cine (sala única, decoración suntuosa incluyendo los grandes cortinajes que se abren para cada sesión...) y lo mejor de la tecnología reciente.

Justo a tiempo para contribuir a la celebración de este quinto aniversario llega 'El cine según Phenomena: un viaje a la ilusión en 40 películas' (Timun Mas), un libro escrito por el crítico Jordi Batlle Caminal y prologado por el propio responsable de todo el proyecto, Nacho Cerdà en el que, esencialmente, se repasan un puñado de títulos que ilustran a la perfección el espíritu Phenomena, el del antiguo cine de barrio de programación diversa, nutrido por títulos 'mainstream' pero también serie B.

Batlle comparte ese espíritu al 200%, "de lo contrario este libro habría sido imposible". Recuerda cómo en su infancia "el único multisalas era el Pelayo, que también tenía el Petit Pelayo. Una cosa muy exótica. Lo demás eran muchos cines de barrio y después, en el centro, los de estreno, los más elegantes; todo pantallas únicas. Nacho ha recuperado eso pero con la tecnología del presente, lo que revierte en algo magnífico para gente de todas las edades".

‘TIBURÓN’ EN CABEZA

El repaso se abre con la película que empezó todo, el 16 de diciembre del 2010, y que también inauguró la sala el 19 de diciembre del 2014, siempre en programa doble con 'Alien, el octavo pasajero': la esencial 'Tiburón', de Steven Spielberg, título inaugural de la era 'blockbuster'. Siguen otros 39 títulos, sin orden cronológico pero conectados a través de elementos curiosos. Batlle las ha repasado todas para escribir el libro. "Incluyendo las que no me gustan", aclara.

En realidad, solo no puede con una: 'Las locas aventuras de Rabbi Jacob', vehículo de Louis de Funès. "Yo discrepo", apunta Cerdá. “Es la que más me gusta de él. Mi devoción por De Funès venía sobre todo por el doblaje de Josep Maria Angelat. A mí, un niño, lo que me hacía gracia, aparte de la gestualidad, era la voz". En el libro se dedica un bloque temático al mundo del doblaje, como también a la 'exploitation', las 3D o la cinefilia de videoclub.

"Una de las cosas más bonitas de esa época eran los cuadros -dice Batlle-, lo que otros llaman fotocromos. Veías que ponían esas películas a la semana siguiente y ya te enamorabas, o no, de la película sin haberla visto". Las páginas del libro reúnen, rodeando a los textos, fotocromos de la época, recortes de prensa, ilustraciones de todo tipo… Un viaje nostálgico en toda regla.

¿LA NOSTALGIA ENGAÑA?

A algunos les pone nerviosos volver a ver películas que amaron de pequeños, no sea que en realidad sean fiascos. También puede ser al revés: igual son aún mejores. 'Los Goonies', vista de adulto, revela una poco recordada carga melancólica. "Yo nunca he sido muy fan de ella", confiesa Batlle. "Pero revisándola ahora, vi que está muy bien realizada y tiene un ritmo estupendo, aunque la historia flaquee por todas partes".

Batlle fue a ver 'El gatopardo' de pequeño y le pareció la peor película que nunca había visto: "Yo iba a ver a Burt Lancaster saltando y haciendo cosas, y me lo encontré fumando un puro mirando un cuadro durante cinco minutos. Años después, me pareció una obra maestra".