ARTE DE DIFÍCIL DIGESTIÓN

Sexo, mierda y Paul McCarthy

El provocador artista exhibe en Barcelona pinturas y dibujos salidos de dos de sus últimas películas, centradas en la carne, la muerte y la violencia

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NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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No es un artista complaciente. Ni fácil. Lo suyo es la provocación. De manera que no sorprende que la primera pieza de lo que es su debut en solitario en Barcelona reciba al visitante con un contundente 'The shit in her mouth' (La mierda en su boca) y otras lindezas relacionadas con la punta del pene. A partir de ahí, todo es sexo, escatología, putrefacción, muerte y violencia en 'WS & CSSC', la exposición que el creador presenta en la Fundació Gaspar hasta el 16 de julio. "No me interesa solo provocar, sino que creo que es algo que necesitamos, necesito, reflexionar y entender: ¿cómo el ser humano se relaciona con estos temas?", se justifica Paul McCarthy (1945, Salt Lake City,EEUU), uno de los artistas más influyentes de los últimos tiempos. Y también de los más controvertidos. 

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Su último (o penúltimo) problema con la censura tuvo lugar en París hace poco más de dos años, cuando instaló en medio de la plaza Vendôme una escultura hinchable que recordaba las formas de un consolador anal. Él fue agredido; la pieza, también. Y acabó por renunciar a rehacerla. Antes levantó ampollas con su versión de Blancanieves, 'White snow', no apta para menores, y antes de antes, con las 'performances' realizadas con su cuerpo y los fluidos que de él salen o entran. McCarthy ha pintado con el pene, se ha embadurnado con kétchup y mayonesa, ha fornicado con un pedazo de carne de res y ha introducido muñecas por los orificios de su cuerpo. A Barcelona llega más calmado y con sus pinturas y dibujos por bandera. Nada de 'performances'. O sí. Pero en una sesión de vídeos de los 60 y 70 programados por el festival Loop de videoarte.

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En la Fundació Gaspar solo expone pinturas y dibujos, 44 en total, además de un pequeño montaje audiovisual inédito. Y el cuerpo, "algo siempre presente" en su obra, al igual que los fluidos. A McCarthy le interesa "lo viscoso, lo pastoso", y llegados a este punto se cuestiona: "¿Qué es la pintura? Puede ser kétchup, gasolina o mierda". La autopregunta viene a cuento porque el creador ha vuelto a coger el pincel tras 30 años sin hacerlo. Y lo ha hecho como "'spin off' de dos de las series que trabaja actualmente", asegura el galerista Moishan Gaspar. Son 'White snow' y 'Stagecoach'.

McCarthy es un artista polifacético capaz de trabajar en diferentes formatos a la vez. Así que de los dos trabajos ha hecho (en el caso del primero) y está haciendo (por lo que respecta al segundo) una película y un montón de esculturas; pero, además, de ellos también surgen otras obras, como los dibujos o los lienzos que ahora expone. "Toda mi obra es un 'work in progress'. De alguna manera todo está conectado, todo es un gran trabajo sin principio ni fin", asegura el creador. 

WALT DISNEY, MICKEY MOUSE Y UNA FELACIÓN

Algunas de estas piezas funcionan como guiones gráficos; otras no serán representadas en la pantalla pero le sirven para recordar o archivar ideas. De igual manera funciona la pieza audiovisual: son imágenes, algunas sexualmente muy explícitas, recogidas con el móvil para luego utilizarlas en lo que será el filme 'Stagecoach'. El título y la obra se inspiran en la película 'La diligencia', dirigida por John Ford y protagonizada por John Wayne en 1939. Pero también hace referencia a los famosos. Ahí están las imágenes de Brad Pitt, Robert Duvall, Russell Crowe o Julia Roberts mezcladas con fotografías pornográficas superpuestas a modo de 'collage' en las telas. Los arquetipos norteamericanos confrontados con los impulsos humanos. Las piezas hablan "de la violencia y de la representación de la violencia", afirma el artista. "Todos son iconos de la cultura norteamericana", continúa.

Cómo icónicos son los cuentos de Walt Disney. Aunque McCarthy no sigue en 'White snow' la narrativa de la historia de 'Blancanieves y los siete enanitos', sino que la utiliza como punto de partida para hablar de otras cosas. "Al ser algo conocido por todo el mundo, facilita la comprensión del público", sostiene. Otras cosas, en este caso, "relacionadas con el patriarcado o la relación padres e hijos", concluye. Mientras, no muy lejos, sobre una fotografía de Walt Disney pegada al lienzo, un cuerpo estirado realiza una felación forzada con la colaboración de Mickey Mouse. Y algunas telas más allá, una caricatura de Donald Trump luce junto a la frase 'Ass hole mouth'. Es Paul McCarthy. Provocador y controvertido.