ENTREVISTA

Pau Donés: "Todo el mundo me da ánimos, es pura empatía"

El músico debuta en Sant Jordi firmando su biografía '50 palos' con largas colas de seguidores y éxito de ventas

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NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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Solo dos horas. Su cuerpo no da para más. Pero dos horas intensas. Sin pausa. Solo la que da el parar para beber una bebida isotónica (sin azúcar). El resultado: dos rotuladores gastados de tanto firmar, unas cuantas rosas recibidas de parte de sus fans, y una gran cosecha de besos, abrazos y ánimos. De hombres y mujeres. Porque si algo hay en la cola (larga, muy larga) es variedad de género, edad y condición. El que actúa es Pau Donés, y lo que hay sobre la mesa su primer libro: '50 palos', publicación con la que celebra sus 50 años y los 20 de Jarabe de Palo. Un conjunto de pensamientos, recuerdos y reflexiones en el que el cantante da cuenta de sus mejores momentos y también de los peores. 

Ahí está el diagnóstico que marcó su vida el 2015: cáncer de colón. Y la reciente recaída. Pero avisa de que no es una biografía al uso: "Las biografías suelen oler a muerto y yo todavía no". Vitalidad y ganas de vivir no le faltan, y palabras amables para todos los que se le acercan, tampoco. "Si hay que hacer quimioterapia, se hace, no pasa nada. Ya lo ves", le suelta con una de sus mejores sonrisas a una joven que le cuenta que su salud tampoco es de las mejores. Palabras de ánimo que da y recibe, tantas como fotografías. Porque a cada una de las firmas que estampa le sigue una petición de fotografía. Sí o sí. No niega ninguna. Ni al público ni a los que firman a su lado, como Gemma Mengual, Carme Barceló y Lucia Etxebarria, que le espeta: "¡Voy a fardar tanto en Instagram con esta foto!". A todo eso, Donés debuta con el bolígrafo en la mano en un día tan señalado.

¿Es su primer San Jordi? Sí, detrás de una mesa y firmando, sí. Hasta ahora los vivía desde el otro lado. Peor esto es algo que me hace mucha ilusión y  mucha gracia, imagínate: ¡mira qué follón! 

Follón y una gran cola.  Espero que no sea toda para mí sino para los escritores buenos. Yo he venido a pasar el rato. '50 palos' es básicamente una recopilación de anécdotas, opiniones y  sentimientos que quería compartir con la gente. Cosa que, de hecho, llevo años haciendo con las canciones pero esta vez me he tomado la licencia de utilizar la prosa que da más espacio y más recursos para escribir. Pero es un libro hecho sin ninguna intención. Solo la de explicar cosas y entretener a la gente que las quiera leer. 

Pero, ¿sentirá vértigo ante tanta expectación? No, estoy muy tranquilo. Los músicos tenemos mucha experiencia en eso de dedicar y firmar. Normalmente firmamos muchos discos y camisetas, y esto es lo mismo. Lo tengo por la mano. Lo que es una novedad es que sea Sant Jordi pero no lo de firmar. 

Todas las dedicatorias llevan un corazón con un punto, y están firmadas como Jarabe no como Pau. Lo del corazón y el punto son cosas mías, y Jarabe o Pau que más da. Es lo mismo, no? 

A la gente se la ve muy cariñosa con usted.  ¿Lo atribuye a los momentos que está pasando? Han sido cariñosos desde el minuto cero, pero no solo por la enfermedad. Hay gente que viene por la enfermedad, pero otros vienen por la música y otros por el libro... Aunque tampoco me importa mucho el porqué vienen. Todo el mundo me da ánimos, eso sí, pero por pura empatía, estén o no enfermos. 

¿Qué balance hace de estas dos horas? Muy bueno. A la gente le interesa el libro y tiene ganas de saber qué pasará cuando lo lean. Aunque también hay muchos que vienen con el libro  ya leído y lo vuelven a comprar porque el de casa no está firmado. ¡¿Te has quedado con esto que acaba de pasar?!  ¡Eso es lo que me gusta! 

Y lo que acababa de pasar y tanto gustó a Donés, pasó en la última firma. Una joven pareja (Bob y Gina, norteamericano él, española ella) le recordó la gira de hace dos años por EEUU.  El cantante lo tuvo claro: "En Mineápolis un tío  se subió el escenario y le pidió la mano a su mujer. ¡Son ellos!", aclaró Donés. Y así, con sonrisa y anécdota acaban las firmas y se despide el músico, no sin antes la última fotografía de rigor con el matrimonio. Se casaron y siguen.