París celebra la obra del pintor cubano Joaquín Ferrer con una retrospectiva

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El artista cubano Joaquin Ferrer inauguró hoy una retrospectiva de su obra en la Casa de América Latina de París, en la que reunió más de un centenar de cuadros y dibujos creados desde sus años de juventud en La Habana.

La obra "única e inmensa" de este artista nacido en la ciudad de Manzanillo en 1928, pudo verse por primera vez en París en una exposición monográfica en 1968, con un catálogo prologado por Max Ernst, subrayaron los promotores de la nueva muestra, que abrirá sus puertas al publico del 30 de mayo al 9 de septiembre próximos.

Se trata de uno de los primeros eventos de los más de 200 previstos en la IV Semana de América Latina y el Caribe, que comenzó en Francia este sábado y concluirá el 9 de junio, coordinada desde el ministerio francés de Asuntos Exteriores, en colaboración con las embajadas latinoamericanas y otros organismos públicos y privados.

El comisario de la retrospectiva, Serge Fauchereau, subrayó que como sus amigos Jorge Camacho y Agustín Cárdenas, Ferrer comenzó interesándose en el surrealismo, pero guardó siempre cierta distancia y prefirió un mundo no figurativo, "ni onírico ni fantástico".

Para el comisario, la obra de Ferrer, que llegó a París gracias a una beca obtenida en 1960 para continuar sus estudios y decidió quedarse definitivamente, revela su perpetua atención para con los seres y las cosas, las formas, los colores y las estructuras de los arboles, los pájaros o las variaciones de la luz.

Formado en la Escuela de Bellas Artes de La Habana, Ferrer vivió durante las últimas décadas "cada vez más una relativa soledad, alejado de los medios artísticos y mundanos", sin por ello dejar de interesar a sus fieles coleccionistas en Francia y el extranjero, abundó el comisario

Después del Museo de Arte Moderno de la capital cubana, donde hizo sus primeras exposiciones entre 1954 y 1958, y la galería Le Point que organizó su primera muestra parisina, el artista mostró su trabajo en centros de arte como la Fundación Maeght y el Museo de Arte Moderno de la Villa de París.

Celebrado ilustrador de libros de poetas y de escritores, el artista llevó igualmente su trabajo a otros países europeos y por América Latina, destacó la Maison de l'Amérique Latine.