emergentes

Papá Topo, la inocencia pop elevada a la máxima potencia

La inocencia pop elevada a la máxima  potencia_MEDIA_1

La inocencia pop elevada a la máxima potencia_MEDIA_1

NANDO CRUZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todos los que acusaban a La Casa Azul de ingenuos, inofensivos, cursis, blandos e infantiles pueden ir cargando las bayonetas: Papá Topo es un digno heredero de la ética pop de Guille Milkyway. De hecho, la lleva aún más al extremo. Y es que al lado de títulos comoOso panda y Lo que me gusta del verano es poder tomar helado, lo de La Casa Azul empata en sobriedad con Tindersticks.

Incluso los que hayan sintonizado con el pop multicolor y aparentemente superficial de Guille Milkyway van a quedar sorprendidos. Papá Topo es la inocencia pop elevada a la máxima potencia. Tan ingenuo que ya es perverso. Tan infantil que casi parece una provocación. Y es que no hay mejor modo de desafiar la corriente dominante (hay que ser duro, hay que ser auténtico, hay que hacer ruido...) que apostar radicalmente por lo contrario.

Detrás de odas al refrescante poder del helado y relatos sobre un oso panda que se va al bosque a merendar y se pierde hay dos jovencísimos mallorquines. Él, Adrià Arbona, tiene 18 años; ella, Paula Franco, solo 15. Pero pese a su edad saben muy bien lo que hacen. En su blog Tweeranossaurus, el precoz Adrià descubre ignotos grupos de twee-pop inglés y conjuntos infantiles españoles de los años 70. Es una verdadera mina.

La red ha sido también la rampa de lanzamiento de Papá Topo y el sello Elefant, su destino natural. Su primer single, Oso panda(con dos remezclas de La Casa Azul), era tan esperado que se agotó al instante y ya apunta a inminente objeto de coleccionista.