Pájaros emulando a Orfeo

¿Qué les ocurre a los habitantes de una llanura desolada -una colonia de pájaros, una serpiente sabia, cínicos cuervos, ardillas matonas, una sufrida anciana y su hijo«idiota»...- cuando les cae del cielo una bomba que confunden con un huevo y un avión del que sale un militar que tiene pesadillas con cisnes? Todo o nada. Hay muerte, luchas, tensiones, desapariciones, dudas e interrogantes, porque ninguno sabe con certeza qué está pasando en las 600 páginas de la novela gráficaGrandes preguntas, obra magna del estadounidense Anders Nilsen (1973), coeditada por Sins Entido y Fulgencio Pimentel.

Examinarse a uno mismo

Con un inteligente y desnudo grafismo, de largos e imprescindibles silencios y pinceladas de humor e ingenuidad que convierten en ligeras las angustias y las situaciones trágicas, esta suerte de gigante y minimalista fábula sin moraleja, que aborda cuestiones como la vida, la muerte y la pérdida, el destino, el libre albedrío y el instinto o por qué las cosas son como son, no pretende ser filosófica. Solo plantea preguntas, quizá, como dice el pájaro Leroy, porque«la cantidad y magnitud de las aflicciones del mundo es tan apabullante... que acaba con los ánimos de uno antes de dar el primer paso».

«El libro resulta cómodo por la ausencia de respuestas y da al lector una herramienta para examinarse a sí mismo y reflexionar sobre el mundo que le rodea»,responde Nil-sen a este diario desde Chicago, sobre una obra que ha desarrollado a lo largo de 15 años, desde sus inicios juveniles en la autoedición y su etapa de estudiante de artes, género del que seliberópara abrazar el cómic. Crear unas simples tiras de pájaros explicando chistes le hizo sentir una apremiante «pulsión interna por hacer dibujos y contar historias».

Premio Ignatz a la Mejor Novela Gráfica 2012 y nominado a Mejor Álbum en el pasado Angulema,Grandes preguntasmuestra también las inseguridades de los pájaros, léase humanos, ante los misterios de la vida.«Son un buen vehículo para simbolizar la fragilidad, la inocencia, la pequeñez o la indefensión del ser humano ante los depredadores, y al poder volar pueden simbolizar también la trascendencia. Son pequeños y humildes y no entienden el mundo que les rodea, un poco como nosotros», opina Nilsen.«Todos los pájaros son pedacitos de mí además de representar los distintos tipos de personalidades»,añade. Ahí desfilan el escéptico Curtis, la dubitativa Betty, que ve muertos, la preocupada matriarca Alma, la evangelista Charlotte con su palabrería o Bayle, el devoto defensor del«idiota».

Aunque Nilsen aclara que el libro«no es autobiográfico», en él se cuela sin pretenderlo la muerte de su prometida, por un fulminante cáncer, en el 2005 (un duelo que exorcizó dos años después en el misceláneo libroDon't go where I can't follow). Son unas escenas en las que el pájaro Algernon desciende a unas cuevas buscando a su desaparecida Thelma, en un«juego»con el mito griego de Orfeo, que baja al Inframundo a rescatar a su Eurídice de la muerte.«Esa parte la escribí antes de que Cheryl enfermara, aunque la dibujé tras su muerte. Eso sí fue algo surrealista. Como si mi vida de alguna forma hubiera seguido al libro que estaba haciendo y no al revés».

La caverna de Platón

En ese episodio uno podría reconocer también el descenso de Dante al Infierno en laDivina Comedia

-ahora tan de moda Dan Brown mediante-, pues si el poeta italiano va con Virgilio, el pájaro Algernon lo hace con la serpiente«Es divertido. Me gusta esa idea, aunque realmente no se me había ocurrido. Pero funciona bien»,admite.

Además de Orfeo, hay otro guiño a la filosofía clásica: el mito de la caverna de Platón.«Más que investigar esa idea, intento apuntar lo absurdo que es que esos hombres pensaran que podían ser capaces de tener una idea general sobre cómo es el mundo y de aferrarse a ella para explicarlo».Porque, comoGrandes preguntas, el mundo se presta a muchas y reveladoras relecturas.