tú y yo somos tres

Pactos debajo de la alfombra

Ferran Monegal

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Lo primero que hizo Jordi Évole (Salvados, La Sexta) cuando Artur Mas le introdujo en la residencia presidencial que hay en la Casa dels Canonges, conectada con el Palau de la Generalitat, fue mirar debajo de la alfombra. ¡Ahh! Évole, arrodillado, husmeaba debajo del felpudo. Y Mas, observándole, le decía: «¡Todo está en perfecto estado de revista!». En realidad, Évole decidió levantar la alfombra inmediatamente después de que Mas le recordase que Pujol utilizó alguna vez esta residencia oficial. O sea, Évole construyó un gag sobre la marcha, al estilo de aquel que escenificaron en Polònia (TV-3) y en el que aparecían fajos de billetes debajo de la moqueta del exhonorable. Pero estoy convencido que Évole buscaba algo más. Lo sintetizó claramente después cuando le recordó la portada de EL PERIÓDICO del sábado, que destapó los pactos secretos entre emisarios de Artur Mas, de Mariano Rajoy, y de Pedro Sánchez (Rigol, de CiU; Arriola, del PP, y Serrano, del PSOE), y le lanzó al president«Ustedes públicamente demuestran enfrentamiento, pero por debajo están pactando. ¿Hay teatralización? ¿Hay tejemaneje? ¿Eso no es engañar a la ciudadanía?». ¡Ahh! Mas se sacudió de encima el pressing de una forma pintoresca. Vino a decir que eso eran iniciativas particulares, o sea, como si RigolArriola Serrano se hubieran encontrado para jugar unas partiditas de petanca. Hombre, es enternecedor, pero dificil de tragar. Ha sido luminoso el análisis de nuestro compañero Saül Gordillo, ayer, en las páginas de opinión de nuestro diario, sobre el primer fruto que ha dado este pacto: «Mas ha logrado poner urnas, y Rajoy ha conseguido frustrar una consulta que emitiera un mandato vinculante». Exacto.  Han conseguido los dos llegar a un acuerdo para no quedar con el culo al aire delante de sus respectivas parroquias: Mas frente a la Catalunya ingenua e ilusionada, y Rajoy frente a la España colérica y cerrada.

También la perspicaz  Ana Pastor (El objetivo) estaba en este análisis. Tuvo en dúplex a Junqueras, y le preguntó si se sentía traicionado ante estos pactos secretos a los que ERC no fue invitada. Contestó: «No los conocía. Las decisiones se toman con transparencia, no en la oscuridad de algún despacho». O sea, que a lo peor Junqueras un día de estos vuelve a romper a llorar.

Yo creo que Évole seguirá buscando debajo de la alfombra. Todo parece indicar que quedan todavía por aparecer otros frutos del pacto.