Paco Ibáñez celebra el 80º cumpleaños con Pasqual Maragall

Paco Ibáñez y Pasqual Maragall, en el TNC.

Paco Ibáñez y Pasqual Maragall, en el TNC. / periodico

NÚRIA MARTORELL / BARCELONA

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El incansable Paco Ibáñez regresó este martes a Barcelona para celebrar, en un abarrotado Teatre Nacional de Catalunya y bajo el epígrafe de 'Vivencias', su 80º cumpleaños y el 50º aniversario del debut discográfico: en 1964, con el álbum 'Paco Ibáñez canta a Lorca y Góngora'. Fueron casi tres horas de recital repletas de emoción en las que Ibáñez cantó sus clásicos y recordó anécdotas de su intensa vida. La noche culminó con el ex-presidente Pasqual Maragall subido al escenario, bailando y coreando 'Les copains d'abord' de su admirado Brassens.

El francés fue una de las muchas lenguas que utilizó: cantó en castellano, gallego, euskera, hebreo y catalán, ya a modo de despedida (el poema 'Barques de paper', de Salvador Espriu). Todas, lenguas que ha "vivido" e interiorizado como suyas, aclaró. El intérprete repasó etapas de su infancia en el País Vasco, haciendo reír a la audiencia con sus aventuras con el burro de su tío, relató que estuvo preso en Israel después de que un empresario no le quiso pagar y abogó por la paz con Palestina, enarboló su amor por Andalucía y no se olvidó de sus fructíferos años en París.

"Soy un catalano-vasco-francés bastante andaluz", aseguró, antes de soltar perlas del tipo: "En mi casa no entran los anticatalanes" o "el turismo está destruyendo Barcelona". Y de exhibir, una vez más, su frontal rechazo al inglés y al sentir norteamericano. "Antes morir que hablar inglés".

La palabra como patria

El concierto empezó con toda una declaración de principios. Con el poema de José Agustín Goytisolo 'En tiempos de ignominia' que subraya que "la patria de todos es el canto, la voz y la palabra: única patria que no pueden robarnos ni aún poniéndonos contra un muro".

En un sobrio escenario negro con una alfombra roja, diseñado por Frederic Amat, Ibáñez inició su generoso concierto con piezas compuestas a partir de versos de Quevedo, Góngora y Lorca y, tras el intermedio, el turno fue para León Felipe y Pablo Neruda, al que conoció en persona y le animó a musicar sus poemas.

Empezó cantando arropado solo por su guitarra. Y luego fueron desfilando sus acertados invitados: Mario Mas, Gorka Benítez, Pep Pascual, Chicharito, Horacio Fumero, César Stroscio y su hija, Alicia Ibáñez. El público disfrutó con poesía en escena (a todos los niveles) y sus ocurrencias. Y terminó coreando éxitos como 'Palabras para Julia', 'Andaluces de Jaén', 'Me lo decía mi abuelito' y 'Soldadito boliviano'.

Toda una clase magistral de poesía, que tuvo como emotiva traca final a los feligreses cantándole 'Cumpleaños feliz'. La gira de 'Vivencias' proseguirá por Europa durante todo un año. Y finalizará en Barcelona, en el Palau de la Música, con varios conciertos en noviembre.