Pablo Carbonell: "La vida ha hecho que esté como una cabra"

NÚRIA MARTORELL / Barcelona

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El showman Pablo Carbonell aprovecha un descanso de la representación teatral en Madrid de 'Sin paga nadie paga' para recuperar su explosiva faceta de cantante. El ex-Toreros Muertos presenta en Catalunya su tercer disco en solitario'Canciones de cerca'. Un catálogo de historias con dosis de humor absurdo, vestidas con trajes que van de la sevillana al soul; de la psicodelia al rock. Esta noche la cita es en la sala Barts (el antiguo Arteria Paral.lel de Barcelona), el viernes en Tàrrega, el sábado en Banyoles y el domingo en Manlleu.

--Dicen que sus canciones son surrealistas, pero yo también hablaría de hiperrealismo, ¿no?

--La mayoría de artistas me parecen muy volátiles pero yo soy muy terrenal. He tenido muchos aterrizajes forzosos. La realidad me ha golpeado muy duro. La vida ha hecho que esté como una cabra. Y no sé a qué se debe esta manía de hacer canciones un poco anticanciones, de desnudar el sentido de los estilos y bromear con el propio hecho de la canción. A lo mejor tiene que ver con mi formación teatral, que me permite vivir los personajes. Y también a mis extraños gustos musicales.

--¡Pero si a los 14 años se sabía todas las canciones de los Beatles!

--Sí, sí. Tenía un amigo inválido al que le gustaban mucho y yo le hacía de discjockey hasta que se murió. Me sabía todos los discos y hasta el orden de los temas. No entendía lo que decían, pero lo captaba todo.

--Hablando de los genios de Liverpool, su pieza 'Campos de fresa de Lepe', fruto de un aterrizaje de LSD, remite a 'Strawberry fields forever'.

--Lo curioso es que tanto Lennon como yo las compusimos en Almería.

--¿Y cómo se inspiró para estrofas así: "Que coleccionaras uranio no fue óbice para nuestro matrimonio, ni siquiera encontré nada extraño que tu perro se llamara 'Plutonio'. Trajiste a casa con el ajuar un acelerador de protones/ me engañaste al asegurar que era para gratinar macarrones...

--Son tonterías que me vienen a la cabeza. Un día tuve la siguiente reflexión: si los cantantes románticos compiten en ver quién tiene el corazón más roto en pedazos y, de paso, vender más discos, ¿hay algo que pueda desintegrarlo más que la energía nuclear? Y así, de paso, me pongo yo en la cabeza de este estúpido 'ranking' usando la fórmula de Einstein. Me gusta mucho la ciencia. Y esto me salva de creer en Dios.

--Por cierto, ¿qué le gustaría preguntar a Benedicto XVI?

-Pues si ha tenido una crisis de fe, si nos quiere tanto, ¿por qué no ha dicho 'yo ya no pinto nada', y que solo cree en Lennon?

--¿Y a Rajoy?

--Más bien a su mujer. Le preguntaría si en casa es cumplidor, porque lo que es fuera...

--Su hija vive en Oslo. ¿Qué tal le va?

--Tuvo la visión que no tuvo Zapatero. Lleva tres años y le va muy bien. Y la última vez que fui a visitarla a Oslo, la gente me soltaba 'ya os-lo decía, os-lo estábamos diciendo, que esto del euro no era buena cosa' [risas].

--Cuénteme su amistad con el mismísimo David Byrne (cantante de Talking Heads).

--Cuando era reportero de 'CQC' le fui a entrevistar porque presentaba una exposición de cuadros, y le hice una pregunta que le gustó. Precisamente era algo sobre el acelerador de protones, porque a él también le gusta la ciencia. Luego se fue a comer con gente que yo conocía, me uní a ellos y estuvimos todo el rato hablando, así que le invité a casa a cenar. Como es escocés, eso de no pagar le gustó. Pero yo no daba crédito. ¡Estaba con el tipo que tanto me ha hecho bailar! Después viajamos juntos por Marruecos, ha venido dos veces a Zahara de los Atunes y yo también he estado en su casa.

--En el 2011 reunió al resto de Toreros Muertos. Pero en la sala Galileo de Madrid solo atrajo a 60 personas. ¿Qué pasó?

--A raíz de eso me decidí a meterme en Twitter. Necesitaba un agente de prensa y comprendí que toda la gente usaba las redes sociales. Aunque, ¿sabes?, luego hicimos ese concierto en Colombia y fue un éxito rotundo, porque ahí fuimos una herramienta política. El pueblo colombiano no quería injerencias angloamericanas. Me estoy refiriendo a la guerra del narcotráfico contra el Estado por las pretensiones norteamericanas de expatriar a los narcos. Y el pueblo colombiano apostó por Toreros Muertos, por el rock en su idioma. Fuimos la punta de lanza. Nuestras declaraciones y nuestra actitud les gustó. Y todavía nos lo siguen agradeciendo. Alrededor del 15 junio ofreceremos un concierto y durante 10 días volveremos a girar por Colombia.

--Entonces, ¿se debe interpretar que Toreros Muertos no está muerto?

--Exacto. Es una caja que de vez en cuando me gusta abrir. No tengo que tocar nada del repertorio. Hacemos las mismas canciones de nuestros cuatro discos. Son conciertos sin sorpresa. Y es curioso, porque compruebo que fuimos unos adelantados. Los temas siguen teniendo vigencia. Eso sí, grabábamos muy mal y yo cantaba muy mal. Y ahora lo hacemos bastante mejor. Yo mismo me sorprendo de la capacidad irónica de muchas de las canciones. Piezas que también recupero cuando actúo en solitario.

--Hablando de toros, ¿qué opina de las declaraciones de Toni Cantó diciendo que ni los toros ni el resto de los animales tienen derecho a la libertad y a la vida?

--Es la opinión de un carnívoro. Y antes de nada, he de agradecerle que una vez mi prima Aitana le hizo una petición in extremis para una obra y él se portó muy bien. Esta frase es una boutade. La defensa de los toros me parece algo anacrónico. Aunque, como todo, tiene sus matices. ¿Qué pasaría con el toro bravo? ¿Tendríamos que ir a verle al zoo? ¿Deberíamos cambiar la mascota de España? Aunque tal y como está la cosa, está claro que debería ser el cerdo: ¡Con tanto chorizo!.