OTROS ESCENARIOS POSIBLES

"Siempre fuego y siempre leña"

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NANDO CRUZ / BARCELONA

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El lunes es el peor día de la semana para organizar un concierto. Por eso, en Robadors 23 organizan dos. Son las diez de la noche y el prestigioso y ubicuo pianista mallorquín Marco Mezquida anda absorto en un bucle minimalista mientras a su espalda el baterista argentino Carlos Falanga infecta el aire con ritmos y frecuencias que lanza desde un secuenciador. El paisaje sonoro, sutil y sigiloso, se escurre lentamente hasta fundirse con el silencio. Fin del concierto.

El público abandona sus localidades y va a la barra a por una bebida o sale a la calle a por aire fresco. Si hoy es lunes, el segundo pase en el heroico local de la calle Robadors será la sesión de hip-hop que se viene celebrando desde octubre de 2013. Cada lunes varía la alineación. Cada lunes pasa algo distinto. Cada lunes alguien del público se anima a rapear. Un cartel en al calle anuncia el programa de hoy: Jazz Magnetism a las 22.30 horas. Apoyado en la pared hay un tipo grandullón con ojos de labrador. Muchos lo reconocen ya.

Jazz Magnetism es la banda que se formó alrededor del rapero aragonés Kase.O, miembro de Violadores del Verso, cuando empezó a sentirse asfixiado por el hip-hop y buscó oxígeno en el jazz. Dos  de sus miembros, el saxofonista Hugo Astudillo y el bajista Juan Pablo Balcázar, son fijos en estas sesiones de los lunes. Mientras Mezquida conversa en la barra, los baterías Juan Rodríguez y Dani Domínguez suben al almacén a por bombos y platos. El guitarrista Dani Comas también se mueve por Robadors como Pedro por su casa. Es su casa.

EN AVIÓN O EN METRO

"Buenas noches, 23", saluda Astudillo, mutado ya en Escandaloso Xpósito, su alias como rapero. Ya no cabe una gorra más. La gente ha pagado cinco euros por este concierto sin guión, pero sólo una treintena pillará silla. El resto, verá el concierto de pie. La diferencia no es tanta. Sentado estás apretado como en un avión. De pie estás apretado como en un vagón de metro. Nadie se queja; la velada lo merece. Un perro pasea por el bar. Su comportamiento es exquisito.

Con doble batería, el 'groove' del quinteto es abierto e impredecible. Si te despistas medio minuto, saltan del free jazz a la samba. 'This is a journey into sound', anuncia el sampler, en un guiño cómplice a Eric B & Rakim. Comas se  sienta apoyado en la pared. Apenas se le ve, pero su generosidad para dibujar fraseos de guitarra impensados recuerda que está ahí. "¡Juan Pablo, hoy estás que te sales, hijo mío!", exclaman al fondo del local. El bajista sonríe y sigue a lo suyo. Aquí hay mucha música y mucho jugo. Para mojar pan en el escenario.

Escandaloso Xpósito recita sus letras e improvisa versos que ordena al vuelo. Algunos le sirven para explicar qué se cuece en Robadors: "Volvemos cada lunes, sí, cambia la peña, siempre fuego y siempre leña", aventura con su deje cansado, acolchado, aspirado, de rimador relajado. La banda lo arropa con ritmos anchos. El público olvida qué día de la semana es hoy y empieza a desentumecer los músculos. Los hay que ya mueven el cuello arriba y abajo.

Aquí la norma es que a partir de cierto momento la banda se ponga al servicio de quien quiera rapear. Hay un espectador entre el público que no podrá volver a casa sin pisar la tarima. Es ese grandullón con ojos de labrador que estaba apoyado en la pared de la entrada. Es el mismísimo Kase.O y en cuanto agarra el micro la velada entra en otra dimensión. "Estoy en Robadors 23, frótate si no crees lo que ves", improvisa a las primeras de cambio el rapero que fundó el grupo de rap más importante que ha existido en este país.

"No neguéis el sentimiento funk, no luchéis contra él", recomienda. Canta su célebre 'Boogaloo' y crees estar en el Jazz Café de Londres. Balcázar sigue sembrado: está metiendo la línea de bajo del 'Crazy' de Snoop Dogg en 'Como el sol'. La temperatura sube y el patriarca maño suelta estrofas de 'Billete de ida hacia la tristeza', de 'Triste', de 'A solas con mi ritmo', de 'Psico mosaico prosaico'... Farda de estilo gordo y escupe los versos más indignados de 'Qué te importan todos los demás'. Y, por supuesto, improvisa: "Mi hombre Comas, y no son bromas, vuelan sus notas como vuelan las palomas". Ovación.

¡MICRO LIBRE!

A lo tonto, Kase.O se ha marcado una actuación de 45 minutos. Pero alguien del público pide que el micro empiece a circular. Ese Guillao, protagonista de uno de los primeros 'Otros Escenarios Posibles'Guillao, es el primero en salir. Sin miedo. Esto es una autoescuela sin exámenes. Le sigue Pauako, que suelta los versos de 'Tenderetes', una canción cuyo videoclip está grabado, cómo no, en Robadors. Es otro de tantos cachorros crecidos al calor de este rimadero de los lunes. Robadors es caladero, es vivero, es hervidero, es avispero. Balcázar esboza el fraseo de guitarra del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix y la banda le sigue.

Xpósito rescata el micro. Es hora de terminar, pero hay ganas de más. Y la que más ganas tiene es Negra, la dueña del perro. Su fraseo es hipnótico y cósmico. Jadea y suspira. La banda calma el tempo. "Venimos de otra época", proclama ella, mientras reivindica la labor de estos arquitectos del hip-hop a fuego lento cuyas brasas de jazz han cobijado las rimas de tantos raperos.

Esto es una velada de hip-hop, pero no se queda en la tópica celebración de la individualidad, el talento o la técnica de cada rapero. Aquí, ante todo, se celebra la existencia de un local que ha permitido a muchos de ellos conocerse entre sí y reconocerse a sí mismos. Por eso, los versos más cariñosos suelen ir dirigidos hacia el propio Robadors, la casa de todos. Ya es hora de despedirse y Escandaloso Xpósito lanza uno más: "Nací solo pero moriré contigo, 23".

El próximo lunes, más.