Medio siglos de instantáneas

La otra Colita

La Pedrera descubre la trayectoria menos popular de la fotógrafa que retrató los felices 70 de la 'gauche divine'

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Pocas presentaciones necesita Colita (Barcelona, 1940), la más popular de las fotógrafas catalanas -con permiso de Pilar Aymerich- que con su arte -y sobre todo su ojo- han dejado constancia de la historia cultural y social de los últimos 50 años de Barcelona. Una ciudad que tras 30 exposiciones individuales, 50 libros y otras tantas muestras colectivas todavía no le había dedicado el homenaje que se merece y que, por fin, llega en forma de antológica, 107 imágenes, en La Pedrera, hasta el 13 de julio, bajo el título 'Colita Perquè sí!' Toda una declaración de principios que define perfectamente a esta mujer con fama de decir la verdad y hacer siempre lo que quiere.

Y con fama de ser la cronista gráfica de ese grupo amigos guapos, ricos y progres que en los 70 se citaban en Boccaccio, y que ha pasado a la historia con el calificativo de la 'gauche divine'. Algo que a Colita no le molesta -"Me siento cómoda"- pero que da una visión fragmentada de su trayectoria: "He hecho más cosas", afirma. Así, el trabajo de Isabel Steva, su nombre real, es también flamenco, es lucha feminista, es Nova Cançó, es cine y es vida. Y esta parte es la que la muestra quiere reivindicar. Pero, ¿qué dice Colita? Que "el fotógrafo se expresa con las imágenes" y para oírla "hay que ver la exposición".

Pero hacer una selección de la otra Colita es difícil: "Te levantas una mañana y te gusta mucho una foto, y al día siguiente te gusta mucho otra. Pero hay fotos que te acompañan toda la vida". Como 'Gitanas de Montjuïc', instantánea a la que su autora llama 'Peinetas', y sitúa entre sus más queridas. La imagen la realizó en 1962 mientras hacia la figuración para 'Los Tarantos'de Francisco Rovira Beleta, su primer trabajo. "Me gusta por su tremenda simplicidad. No les ves la cara, pero en cambio la foto explica muchas cosas sobre las gitanas, sobre las mujeres, sobre una época de Barcelona y de un barrio". Luego vinieron Carmen Amaya -su primera cliente-, y el descubrimiento del flamenco.

Las fotografías realizadas para la Escola de Barcelona de cine también merecen una parada. En este caso frente a una imagen de 'Las crueles', de Vicente Aranda. "Capucine era una de las mujeres más hermosas que he visto en mi vida. Era una tía encantadora: impresionante, alta, guapa, elegante y a la vez divertida y payasa. De la foto me gusta sobre todo el misterio del día de lluvia. No es un retrato de Capucine pero sí es un retrato de Capucine porque es tan hermosa que trasciende". La imagen es del 68, una década anterior a la hecha a otro de los personajes que fascinaron a Colita: Ocaña.

"En la inauguración de una exposición de Maria Girona, de repente vi llegar a Camilo y Ocaña con un ramo de manzanilla, venían de la feria de Sant Ponç, quedé prendada y le pedí a Xavier Olivé que me los trajera al estudio". ¿Más imágenes que destacar? Quizá 'Ofelia'una de las más artísticas que hay en la muestra. "La hice por casualidad. Estaba fotografiando el Rec Comtal y pasaron estos tejanos. Me dije: 'Mira, la Ofelia de los prerrafaelitas pero a día de hoy y en Sant Andreu'. La encuentro muy bonita".

Pese a eso, es una de las fotografías más desconocidas de Colita, como los son 'Mezquita de Córdoba' y 'Muerte de Franco'. La primera muestra a unas mujeres fregando el recinto de culto. "Entré y vi que limpiaban a mano, de rodillas y con bayeta, me quedé muerta, y en lugar de retratar la mezquita las retraté a ellas". La segunda forma parte de los muchos trabajos que Colita ha hecho para la prensa. "Me planté en Madrid, me coloqué una bandera española en la solapa y me colé en todos lados". Como se coló en el encierro de Montserrat, en 1970. "Saqué el rollo escondido en el sujetador".

Animalitos, piscina y bloody mary

Pero 'Colita Perquè sí!' es una antología y como tal también deja espacio para lo más conocido de la fotógrafa, sus retratos de la 'gauche divine', como el que le hizo a Jaime Gil de Biedma en Llofriu, en casa de Leopoldo Pomés. "Lo que más me gusta cuando trabajo es conocer al personaje, quererlo y admirarlo. Y está foto lo tiene todo: Jaime, los animalitos, la piscina y el bloody mary". Así es Colita.