¿Qué opinan los primeros lectores de 'Harry Potter y el legado maldito'?

Una 'booktuber', una profesora de la UAB y los traductores al castellano y catalán nos dan su veredicto

Un fan de Harry Potter, vestido para la ocasión, en la librería Waterstones de Piccadilly, en Londres, celebrando el lanzamiento mundial del nuevo libro de la saga.

Un fan de Harry Potter, vestido para la ocasión, en la librería Waterstones de Piccadilly, en Londres, celebrando el lanzamiento mundial del nuevo libro de la saga. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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En la librería Gigamesh, una mesa redonda reunirá este miércoles a lectores que ya se han podido formar una opinión del 'Harry Potter y el legado maldito', la cuarta aventura de Harry Potter, firmada por J. K. Rowling, John Tiffany y Jack Thorne: entre ellos la profesora de literatura inglesa de la UAB Sara Martín Alegre y la traductora al castellano del libro, Gemma Rovira. Les hemos pedido su opinión, junto a la del traductor del libro al catalán, Xavier Pàmies y la ‘booktuber' Virginia de la Fuente 

Sara Martín es quien tiene una visión más negativa de un texto que, subraya, “no es obra de JK Rowling sino un texto escrito por Jack Thorne, al que no queda claro qué ha aportado ella”, por lo que no se podría hablar de octavo libro de la saga sino de “otro tipo de añadido más cercano a una especie de 'fan fiction' profesional”. “Leyendo la obra mi impresión es que como espectáculo visual debe ser muy, muy atractiva, pero como texto teatral es pobre. El diálogo es mecánico y poco inspirado. Sin entrar en detalle en la trama, digamos que depende en exceso de la saga ya conocida sin aportar nada nuevo y que incurre en el vicio de suponer que sucedieron cosas en el pasado de gran alcance que la saga no nos cuenta. Como han señalado algunos espectadores británicos, se evita de nuevo toda problemática sexual cuando es más que evidente que la amistad entre los jóvenes Albus Potter y Scorpio Malfoy (el personaje sin duda más atractivo) podría haber ido por estos derroteros. En suma, seguramente un placer de ver, si no nos importa la trama, pero no un placer de leer, si somos fans de la saga”, opina.

No comparte este punto de vista Virginia de la Fuente, a quien le corresponde aquí representar a los jóvenes lectores que descubrieron deslumbrados los libros del joven mago.  "Leer ‘Harry Potter y el legado maldito’ es vivir un reencuentro cargado de nostalgia. La historia sigue desde donde terminó, en el Andén 9 y ¿, para dar paso a la nueva generación de magos, que se reencontrará con el pasado de Harry Potter. No busquéis en esta obra de teatro la pluma de Rowling o la extensión de su universo, ya que solo hallaréis la magia de su mundo. Si habéis crecido como yo con Harry y sus libros, el viaje a Hogwarts merecerá la pena”.

Para la traductora Gemma Rovira, el libro “es una continuación entre comillas, continúa en el sentido de que reaparecen los personajes y de que se trata de una reproducción muy fiel del universo de Harry Potter, que permite una inmersión muy fácil, pero no estamos ante ‘las nuevas aventuras de Harry Potter, se retoman y desarrollan las tramas de las anteriores novelas”. El hecho de que se trate de un texto teatral y no de una novela “tiene la gracia de no caer en la continuación en el sentido estricto” y, según Rovira, no debería ser un impedimento para los lectores: “Demostraron, a pesar de ser jóvenes, de estar perfectamente capacitados para enfrentarse a aventuras bastante complicadas a nivel de léxico, estructura y contenido, porque los libros no tocan temas banales”, y también serán capaces de enfrentarse a un texto teatral, con acotaciones y diálogos”.

El colega de Rovira que ha traducido el libro al catalán, Xavier Pàmies, tuvo 17 días para vérselas con el texto. “En la relectura que he hecho, puedo decir que no estoy descontento de él”, apunta. “Los protagonistas de los libros anteriores ceden en parte el protagonismo a su descendencia, pero el ambiente y el hilo argumental son muy parecidos a los de siempre. A pesar del cambio de género, tanto los diálogos como las descripciones de lugares y personajes conservan el tono de las novelas de la saga, y seguro que atraerán el interés de sus seguidores incondicionales. Como es de esperar, hay referencias bastante abundantes a hechos del pasado, de manera que un lector que se sumerja en el universo potteriano por primera vez no tendrá las referencias convenientes para situarse bien en él”. Pàmies, finalmente, considera que “a pesar del sentimiento de ‘déjà vu’ que puede despertar la obra, la reformulación del carácter de alguno de los protagonistas de las novelas (un Draco mucho más humano, por ejemplo) y la presentación de las relaciones de algunos personajes nuevos (la de Harry con su hijo Albus, por ejemplo, pero sobre todo la de este con su compañero de estudios Scorpius, hijo de Draco) hacen que el argumento gane algo”.