UNA muestra imprescindible DEL AUTOR DE 'LA MASÍA'

Ocasión única

La Fundació abre la exposición más ambiciosa sobre Miró desde 1993

1935El objeto de la puesta de sol'.

1935El objeto de la puesta de sol'.

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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El compromiso político de Joan Miró (Barcelona 1893, Palma 1983) no fue ni combativo ni panfletista ni publicitario. Todo lo contrario. Fue discreto, austero y exento de grandes manifestaciones. Pero fue. Y a ese Miró comprometido con su tiempo y su país; a ese hombre que vivió dos dictaduras, una república, una guerra civil y dos conflictos mundiales y que nunca abandonó su lealtad a Catalunya y a la democracia hace referenciaLa escalera de la evasión, en la Fundació Miró desde mañana y hasta el 18 de marzo.

La exposición, que hoy inauguran los príncipes, es la más ambiciosa celebrada en Barcelona -y España- sobre el artista desde la retrospectiva, en 1993, que conmemoraba el centenario de su nacimiento. En total, la muestra, organizada con la Tate Modern de Londres y concebida por Matthew Gale y Marko Daniel en colaboración con Teresa Montaner, reúne 170 obras -pintura, escultura y papel- procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo. Y exhibe telas que difícilmente volverán a verse en Barcelona comoLa masía,Naturaleza muerta del zapato viejo, La tierra labradayAzul.

Los peldaños de la escalera mironiana que da título a la muestra -y que hace referencia a la conexión entre el universo real y el creativo- se recorren cronológicamente. Así, las piezas se agrupan en función de los tres momentos en que el compromiso de Miró fluyó con más intensidad. Primero, la etapa temprana y su vínculo con la catalanidad, una característica que nunca abandonó y que recorre de forma transversal toda la muestra. Después, la guerra civil y sus obras más comprometidas, comoAidez l'Espagne encargado por la República; las que expresan más angustia, comoNaturaleza muerta del zapato viejo, y las más íntimas, como lasConstelaciones, que definen el lenguaje del artista. Para acabar con la dictadura y las pinturas monumentales, entre ellas,La esperanza del condenado a muerte, dedicada a Puig Antich.

PeroLa escalera de la evasión, además de ser una exposición de tesis, puede leerse también como una retrospectiva. No en vano abarca siete décadas de producción de l que «fue uno de los grandes maestros del siglo XX», según Daniel. «La muestra no tiene la ambición de ser una antológica porque hay muchos aspectos artísticos de Miró que aquí no están representados. Pero sí da una visión de toda su trayectoria», apunta.

Un recorrido por Miró que Montaner tilda de «milagro» por la calidad y cantidad de las obras prestadas y cuyo coste, no revelado pero sí insinuado, supera el millón de euros, aportados por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Fundación BBVA.