36ª EDICIÓN DE LOS GALARDONES

Núria Espert gana el Premio Princesa de Asturias de las Artes

"Es como Carmen Amaya o como la Callas", sostiene Lluís Pasqual

NURIA  ESPERT

NURIA ESPERT / periodico

EL PERIÓDICO

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Núria Espert ha sido príncipe de Dinamarca (en un entonces escandaloso ‘Hamlet’ de 1960), ha sido rey de los britanos (en el reciente ‘Rey Lear’ del Teatre Lliure) y desde ayer es premio Princesa de Asturias de las Artes, después de que el jurado de los premios haya comunicado el primero de los ocho galardones internacionales que se entregarán el próximo octubre. Espert, que ya había sido propuesta al premio en otras ocasiones, se ha impuesto en las últimas votaciones al artista estadounidense James Turrell y al estonio Arvo Pärt, así como a los músicos John Williams y Ennio Morricone. La candidatura de Espert había sido propuesta desde el Teatro Real de Madrid y el Teatre Lliure de Barcelona, y el jurado ha destacado su carrera en las escenas tanto en lengua castellana como catalana.

"Estoy muy feliz, me ha excitado muchísimo este premio", ha dicho la actriz catalana tras conocer el fallo, antes de añadir que no tiene "ninguna intención" de parar de trabajar en teatro. La actriz ha avanzado que gastará "alegremente" una parte de la dotación económica del premio (50.000 euros) y destinará otra parte a los refugiados. Espert ha declarado a la agencia Europa Press que era necesario que el teatro volviese a aparecer en la lista de ganadores del premio, de donde ha estado ausente desde hace 19 años (Fernando Fernán Gómez fue premiado en 1995 y Vittorio Gassmann en 1997).

El jurado ha destacado, entre otros aspectos, que Espert "representa la recuperación y la continuidad de la gran tradición del teatro español" y que su teatro "se caracteriza por la fidelidad a los ideales y aspiraciones del humanismo y ha estado siempre al servicio de la poesía y de la esencia de la escritura dramática", unas palabras que la actriz cree "justas" y que agradece.

Espert debuto en 1954 con la obra 'Medea' y, tal y como ha confesado, la "inconsciencia" con la que abordó este montaje provocó que no se acuerde de "absolutamente nada". "Me tiré a una piscina que estaba llenísima de agua y desde entonces los proyectos que más me han interesado han sido los que más riesgo tenían, es algo que llevo en mi naturaleza", ha confesado.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Flotats: \"La admiro personalmente much\u00edsimo\"","text":"Para Flotats, el galard\u00f3n es \"m\u00e1s merecido todav\u00eda\" por el hecho de que\u00a0Espert\u00a0opera en un \u00e1mbito como el del teatro en lenguas hispanas que, \"evidentemente\", tiene una menor proyecci\u00f3n internacional que el que se hace en ingl\u00e9s."}}

La trascendencia de su trabajo le ha merecido el atributo de "la dama del gran teatro español", un calificativo con el que no se acaba de ver y que a ella le suena "a otra persona", "alguien que recibe bien en su casa y que frecuenta ciertos medios". No obstante, y citando a Amparo Rivelles, prefiere esta expresión a que la llamen "vetusta", tal y como ha bromeado.

"MUCHÍSIMO POR HACER"

Espert es consciente de que la palabra "nunca" no está en su mano y que en la continuidad de su trabajo "mandan", entre otros aspectos, "la memoria, la salud, el entusiasmo y los contratos". Sin embargo, ha afirmado que trabajará mientras sienta la "excitación" que le producen los nuevos espectáculos y mientras su cuerpo lo permita.

La actriz asegura que aún le queda "muchísimo por hacer" porque "ni siquiera una vida tan larga" como la suya es suficiente para llevar a cabo lo que quiere y desea. En este sentido, asume que no podrá representar a autores a los que adora y entre sus deudas hace referencia a la totalidad de la obra de Shakespeare o a Ibsen, un "pecado mortal de los gordos".

Además, ha resaltado que sigue aprendiendo "de cada espectáculo, de cada compañero y de la reacción de gente", porque las sensaciones aún parecen "nuevas y diferentes". "Tengo mi curiosidad intacta, la misma de cuando tenía 15 años. Todo me interesa y todo me afecta, eso es estar vivo", ha recalcado.

Respecto a la revitalización que vive el teatro desde hace unos años, ha señalado que el público funciona como "un todo" y, sin ser consciente de ello, tiene gestos similares a los de la última etapa del franquismo, cuando acudían a ver obras por la necesidad de "expresarse". "Se ha maltratado mucho a la cultura y de pronto el público abarrota las salas", subraya.

EL JURADO

La lectura del fallo del jurado se ha producido, como es habitual, en el Hotel de la Reconquista de Oviedo. Dicho jurado ha estado compuesto por Ouka Leele, José Luis Cienfuegos, Marzio Conti, Carlos Fitz-James Stuart, Josep Maria Flotats, Carmen Giménez Martín; Catalina Luca de Tena, José Lladó, Hans Meinke; Elena Ochoa Foster, Alfredo Pérez de Armiñán, Sandra Rotondo, Benedetta Tagliabue, Patricia Urquiola, Carlos Urroz, Miguel Zugaza y José Antonio Caicoya, como secretario.

LA BIOGRAFÍA

Nacida en L'Hospitalet de Llobregat en 1935, Núria Espert fue distinguida el pasado año con el Premi Nacional de Cultura "como reconocimiento a una dilatada y consolidada trayectoria internacional como actriz, directora teatral y empresaria". Su último trabajo hasta la fecha ha sido el papel protagonista del montaje de 'El rei Lear' que Lluís Pasqual ha dirigido en el Teatre Lliure.

A los 13 años, Espert ya formaba parte de la compañía infantil del Teatre Romea de Barcelona, a los 17 llegó al teatro profesional como sustituta de Elvira Noriega en 'Medea' y fue la primera mujer que interpretó el papel de Hamlet en España y que sacó los textos de Jean Paul Sartre de los pequeños círculos de teatro de cámara.

En 1969 Espert vio como, tras su estreno en Barcelona y en el Festival de Belgrado, la censura prohibió la gira programada de 'Las criadas', de Genet, una situación que se repitió con 'Yerma', de Federico García Lorca, que no pudo representar hasta 1971. Esta obra se convirtió en su producción más emblemática con la que recorrió escenarios de todo el mundo y en 1979 asumió, por dos temporadas, la dirección del entonces recién creado Centro Dramático Nacional (CDN) y de la programación del Teatro María Guerrero, que se nutrió exclusivamente de autores españoles.

En 1986 comenzó a ejercer además como directora de escena en producciones teatrales y óperas como 'Madama Butterfly', 'Electra', 'Rigoletto', 'La Traviata', 'Carmen' o 'Turandot' y los últimos años noventa le depararon grandes sorpresas artísticas: 'La gaviota' (1997), llevada a escena con Josep Maria Flotats en el Teatre Nacional de Catalunya o 'Master Class' (1998), en la que encarnó a María Callas.

Con el cambio de milenio, Espert no paró de trabajar. Dirigió la ópera 'Tosca' en el Teatro Real, protagonizó la versión de 'La Celestina' del canadiense Robert Lepage en el Teatre Lliure y continúa activa a sus ochenta años tanto como para desdoblarse en tres papeles durante la interpretación de 'La violación de Lucrecia' en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB).

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Pasqual: \"Es como Carmen Amaya o como la Callas\"","text":"La temporada pasada, Espert particip\u00f3 en el montaje de Pasqual de 'El rey Lear'. \"Una mujer dispuesta a dar vida al rey Lear a su edad es una mujer dispuesta a todo. Los espectadores se quedaban admirados de su fuerza esc\u00e9nica y de c\u00f3mo llevaba las riendas de la obra durante casi tres horas, pero no ve\u00edan los largos ensayos en los que ella se tiraba al suelo las veces que hac\u00eda falta, si la escena lo requer\u00eda\", ha recordado Pasqual."}}