La noche loca de Laia Costa en Berlín

La actriz catalana impresiona en la impactante 'Victoria'

Laia Costa, fotografiada ayer en Sitges.

Laia Costa, fotografiada ayer en Sitges.

JULIÁN GARCÍA / SITGES

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Laia Costa (Barcelona, 1985) se cambia de zapatos mientras conversa con este diario. «Llevo tres días arriba y abajo con estos tacones, y ya no me aguanto los pies», confiesa con un divertido mohín. No hay quien pare a Laia Costa. En junio pasado, fue elegida mejor actriz en los Premios Lola, la fiesta anual del cine alemán, por su inconmensurable trabajo en Victoria, un thriller de Sebastian Schipper rodado en un único plano secuencia de 140 minutos que arrasa allá por donde va y que ayer pudo verse en Sitges dentro de la sección oficial. Jamás, en los 65 años de estos galardones, había sido reconocida una actriz no alemana. «Es un buen momento, sí, y quiero disfrutarlo. A un nivel profesional, el premio me ha situado en el mundo, me ha servido de carta de presentación; a nivel personal... me he ido de farra unas cuantas veces a celebrarlo. ¡Quemé Berlín!», noscuenta la actriz con una naturalidad desbordante. Cuestión de magia.

Victoria es una película portentosa, imperfecta, sí, pero apasionada, cinética, rebosante de energía, mucho más allá del reclamo de su único plano secuencia. El filme relata, cámara al hombro, la peripecia de una joven española, Victoria, que vive en Berlín y que, al salir de un club nocturno, conoce a cuatro chicos. Se caen bien y van por ahí. Pero todo se tuerce y acabarán implicados en un atraco que saldrá más mal que bien.

Improvisación y errores

«Nunca tuve un guión, ni líneas escritas. La historia tomó forma a través de los ensayos. Casi todo el trabajo actoral es improvisado, pero hay mucha planificación detrás. Meses de trabajo. Para que el caos sea caos, tiene que estar muy preparado antes»,cuenta Costa, que reconoce que la película está llena de errores: «Como la propia vida, ¿no te parece? La vida real nos interfería en la película. Hay un momento en que un personaje tiene un ataque de pánico en un coche. Unos rusos que iban de farra nos quisieron ayudar. El director salió del maletero y les pidió que por favor se fueran. Se lo tomaron a mal y acabaron peleándose. Todo esto, a tres metros de donde rodábamos...».

Costa llegó al proyecto de Victoria -que se estrenará en España el 23 de octubre- a través de un cásting organizado por el propio Schipper en Barcelona. Buscaban a una actriz que interpretara a una joven española en Berlín.«Hablé mucho con Sebastian, pero no tenía demasiado que contarme: lo del plano secuencia, el atraco... No había más. Hicimos una improvisación en inglés. Pero cuando me dijo que me tendría que ir tres meses a Berlín... no dudé ni un momento en decir que sí», relata entre risas. Victoria se rodó en tres únicas tomas, tres días diferentes. «No había dinero para más. Pero el resultado salta a la vista. Al final se eligió la que tenía más ritmo».

Costa, la carismática Rym de Polseres vermelles, está que se sale. Es su momento. «Me gustan los proyectos de riesgo, me enriquecen. Victoria fue una decisión arriesgada, como lo fue raparme al cero en la serie. Pero ambas cosas me han hecho aprender no como profesional, sino como Laia».Tras haberla visto en la serie Cites, su siguiente estreno será la película Palmeras en la nieve, con Mario Casas y Adriana Ugarte. Y después, el infinito, aquí y allá.