exposición en el palau nacional

Naturalezas muertas de colección

El MNAC exhibe 19 bodegones del XVII cedidos al museo por un privado

Una visitante frente a 'Naturaleza muerta de frutas y verduras' de Agustín Logón, ayer en el MNAC.

Una visitante frente a 'Naturaleza muerta de frutas y verduras' de Agustín Logón, ayer en el MNAC.

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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Aunque se trata de un pintor fino y con cualidades, Agustín Logón es un auténtico desconocido. Tan desconocido que hasta hace poco solo tenía un óleo en su haber. Un bodegón de 1640 que luce en una colección particular madrileña. Joan Yeguas, conservador de Renacimiento y Barroco del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), ha encontrado una segunda obra tras un largo proceso de investigación. Se trata de un óleo casi idéntico al primero pero atribuido erróneamente a Sánchez Cotán. Y de un óleo que ahora cuelga de las paredes del Palau Nacional en la exposición Incòlumeun título que hace referencia a lo bien conservadas que han llegado las naturalezas muertas que en la muestra se exponen. En total, 19 telas firmadas por 10 artistas españoles del siglo XVII provenientes de una colección privada y cedidas al museo por cinco años con una única condición: el anonimato de su propietario.

Son piezas en su mayoría inéditas y que dan una idea muy clara de las características del bodegón español de la época, deudor de la tradición flamenca -muy verista- e italiana -también realista pero con la belleza por delante- pasada por el filtro castellano. Un conjunto que enriquece la pequeña pero importante colección del museo que cuenta en sus fondos con joyas como La naturaleza muerta de cacharros Naturaleza muerta con plato de membrillos de Zurbarán. Y lo ennoblece tanto en número de artistas representados: Juan de Arellano, Antonio Ponce, Juan de Espinosa y Tomás Hiepes, por citar cuatro, no tenían obras en el MNAC; como en tipologías: la pinacoteca no atesoraba ninguna vanitas ni ninguna imagen de despensa. Ahora, y durante el próximo lustro, disfrutará de una vanitas, atribuida al Maestro de las vanitas escritas, y de dos naturalezas con despensa, una del Maestro de Stirling-Maxwelly otra de Juan Van der Hamen.

Más belleza que tesis

 Estas, más las 16 obras restantes, se exponen como si de una delicatesen se tratara en Incòlume, una exposición que «no es un proyecto de tesis, sino una muestra para disfrutar de la belleza de unas obras importantes e imposibles de adquirir en un contexto como el actual», apunta Pepe Serra, director del MNAC. Y que es también una exposición que pone en evidencia el trabajo de investigación y catalogación del museo. Ahí está la nueva autoría de Naturaleza muerta de frutas y verduras para Agustín Logón. El hecho de que un autor no disponga de más de dos obras o de que haya muchas obras sin autor no es un asunto extraño en los bodegones del barroco. «Ahora los valoramos, pero en el siglo XVII no se tenían en consideración», explica Yeguas, por eso «muchos se han perdido o están mal atribuidos».

Cuando la muestra acabe, el 28 de febrero, las telas se integrarán en la colección de Renacimiento y Barroco del MNAC, que estrenará nueva museografía y presentación en el 2016.