El Museo Thyssen en el punto de mira del Tribunal de Cuentas

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La Fundación de la Colección Thyssen-Bornemisza no registró en su balance contable de 2013 la valoración inicial del derecho de uso sobre el Palacio de Villahermosa, sede de la colección permanente, en el madrileño Paseo del Prado, que asciende a cerca de 17 millones de euros, ni tampoco activó los costes derivados de las grandes restauraciones de obras de arte, cuyo importe es de 115.359 euros.

Así se desprende del 'Informe de fiscalización de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, ejercicio 2013', que ha sido aprobado por el Pleno del Tribunal de Cuentas esta semana.

Aunque las cuentas anuales de la fundación de aquel año reflejan "la imagen fiel de su situación financiera y patrimonial", de los resultados de sus operaciones y de la liquidación de su presupuesto, el órgano fiscalizador ha encontrado otras "salvedades" como la existencia de "incorrecciones" en los apuntes contables referidos al fondo bibliográfico y a los ingresos de promociones, patrocinadores y colaboraciones.

Según precisa también, el deterioro del valor estimado por la Fundación para los saldos de las existencias de libros y otros artículos adquiridos para su venta en la tienda-librería del Museo resultó "insuficiente", en al menos 52.834 euros, teniendo en cuenta las ventas reales de los catálogos durante 2014.

CONTRATOS DE ALTA DIRECCIÓN

Sobre el sometimiento a la legalidad, la fiscalización señala que, en general, el resultado de la fiscalización es "positivo", si bien recoge algunas "irregularidades" relativas al pago de determinados complementos salariales, o abonados durante el ejercicio 2013.

Por ejemplo, ha analizado la adecuación de los dos contratos de alta dirección de los que disponía la Fundación en 2013 suscritos con el director gerente y el director artístico, a la normativa sobre máximos responsables y directivos.

"Respecto del contrato de alta dirección suscrito con el director artístico, su adaptación a las nuevas limitaciones en materia retributiva establecidas por decreto de abril de 2012 se produjo con un retraso de casi tres meses", señala el Tribunal de Cuentas.

Por otro lado, durante 2013 la Fundación acordó subidas salariales con carácter individual a 12 trabajadores que, excepto en un caso, fueron resultado de decisiones de gestión por parte del área de recursos humanos.

El Tribunal indica que, en tres casos, las subidas retributivas se originarion como consecuencia de cambios de categoría profesional (ascensos), sin que existiera previamente una plaza vacante y sin que la fundación comunicase internamente a los trabajadores la apertura de un periodo para recabar solicitudes.

"No consta que los trabajadores beneficiados por los ascensos se hayan seleccionado con base a una valoración de los méritos y de la antigüedad", indica, apuntando el caso de una auxiliar administrativa que pasó a desempeñar la categoría de 'oficial segunda', observando que entre los auxiliares de guardarropa no era la que presentaba mayor antigüedad.

IRREGULARIDADES EN PRÉSTAMOS

También ha verificado "irregularidades en préstamos de obras de arte a otros museos e instituciones", habiéndose comprobado que los préstamos realizados en 2013 no superaron "en ningún caso" el límite de seis meses, si bien las obras prestadas han supuesto un 20,66% del total de la colección, excediendo "ampliamente" el tope máximo del 10% autorizado para la colección permanente y "afectando a su exhibición pública en el museo".

En concreto, dice que el 25 de abril de 2012 la sociedad propietaria de la obra 'La esclusa', de John Constable, incluida en la relación de obras anexa a la prórroga del contrato de préstamo de la colección, reclamó la restitución definitiva de la misma "incumpliendo los tres meses de antelación mínima fijados en el contrato de préstamo".

Además, indica que el "déficit dotable" para 2013 fue inicialmente cuantificado en 3,8 millones de euros, en base a unas disponibilidades de tesorería estimadas en 2 millones de euros, cuando realmente éstas ascendían a los 5,3 millones de euros, "lo que obedece a una signficativa dependencia de los ingresos de la fundación a las variaciones de afluencia de visitantes al museo, cuya previsión no es factible determinar con exactitud".

LA GESTIÓN DE LA FUNDACIÓN

En cuanto a la gestión de la fundación, el informe va desgranando los diferentes "puntos débiles y elementos de riesgo" que se han detectado en estas áreas, siendo los "más relevantes" la carencia de una normativa interna que regulase los procesos de elaboración, actualización y aprobación de la normativa interna de la Fundación.

Al mismo tiempo ha constatado "deficiencias" en el reglamento interno de contratación, "carencias" en la normativa interna, que regula el procedimiento para la contratación de personal en lo que se refiere a los trabajadores de carácter temporal, a pesar de que este tipo de contrataciones es muy habitual en la Fundación.

También ha encontrado "deficiencias" en el procedimiento de gestión de la venta de entradas y la normativa específica del servicio de taquillas, así como "deficiencias y carencias" en el procedimiento de gestión de las ventas realizadas en la tienda del museo y, en particular, en el servicio de tienda-librería.

Además, alerta de la "falta" de regulación de los procedimientos ligados a los préstamos temporales de obras de arte. Por otra parte, el informe subraya que la Fundación, durante el ejercicio 2013, no había establecido todavía procedimientos para la gestión completa de las ventas de entradas en las taquillas del museo, ni había creado un procedimiento escrito para la gestión de almacén y para la regulación contractual de las existencias depositadas en poder de terceros.

RECOMENDACIONES

El Tribunal de Cuentas recomienda por todo ello, y en primer lugar al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, cuyo titular es presidente del Real Patronato de la fundación, para que acuerde introducir mecanismos de control sobre la cuantía del déficit dotable que ha estimado la Fundación en sus presupuestos iniciales, a fin de poder incrementar o reducir la dotación ante la posibilidad de que se produzcan eventuales y sustanciales variaciones en los fondos de tesorería, a medida que vayan conociéndose a lo largo del ejercicio.

Al patronato de la fundación le aconseja, entre otros puntos, la aprobación de unas reglas y directrices para la dirección, administración y mantenimiento del museo.

También estima "oportuno" que la fundación, en los acuerdos de la prórroga del préstamo de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza que pueda suscribir en adelante introduzca expresamente que, en lo referente a los préstamos de esta colección a terceros, resultan de aplicación las mismas limitaciones que los estatutos imponen para los préstamos de la colección permanente.

Finalmente ve conveniente que la Fundación, para garantizar el cumplimiento de los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad en la selección de personal proceda a realizar convocatorias anulaes para constituir una bolsa de trabajadores temporales de los que ir disponiendo a medida que resulten necesarios.