ADIÓS A UNA gran INTÉRPRETE DE la TELEVISIÓN, el TEATRO Y el CINE

Mucho más que Sole

Muere a los 77 años Amparo Baró, muy popular a raíz de la serie '7 vidas'

Amparo Baró, con Javier Cámara en '7 vidas'.

Amparo Baró, con Javier Cámara en '7 vidas'.

QUIM CASAS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

recordada más por sus numerosos papeles televisivos que por los cinematográficos y teatrales, la actriz barcelonesa Amparo Baró falleció ayer en un hospital de Madrid, a los 77 años, a consecuencia de un cáncer. Pese a una filmografía no muy generosa en cantidad pero sí en títulos de interés (Rapsodia de sangre, Tres de la Cruz Roja, Al servicio de la mujer española, El bosque animado, Las cosas del querer), la faceta cinematográfica de Baró estuvo por debajo, en cotización, de la televisiva.

Su mentor teatral fue Adolfo Marsillach, quien la contrató en 1956 para la compañía que dirigía con la actriz Amparo Soler Leal en el barcelonés teatro Windsor. Una década después, ya en Madrid, Baró creó una compañía propia. Su mentor televisivo y cinematográfico fue otro, Jaime de Armiñán, el realizador que la dirigió en más ocasiones en los dos medios. Pero sería la sitcom hispana 7 vidas, emitida entre 1999 y 2006 por Telecinco, la que le daría buena parte de su masiva (y tardía) popularidad al incorporar el papel de Sole. Baró llegó a intervenir en algún episodio de la otra seria generada por el éxito de 7 vidas, Aida, también bendecida por los telespectadores.

Galería de maridos (1959-1960) significó la primera colaboración catódica entre la incipiente actriz y De Armiñán, quien contaría con ella sucesivamente en la serie cómica Mujeres solas (1960-1961) y su continuación Chicas en la ciudad (1961); Confidencias (1963-1965), sobre lavida cotidiana de distintos personajes de clase media, y su prolongación, Tiempo y hora (1965-1967); Las doce caras de Eva (1971), diseñada a partir de los 12 signos del zodiaco, y Del dicho al hecho (1971), protagonizada por Fernando Fernán Gómez y con tramas independientes inspiradas en célebres refranes.

Baró ya había aparecido en numerosas entregas de Estudio 1, la gran colección de espacios dramáticos de Televisión Española en los años 60 y 70, y protagonizó otras obras televisivas clave como Silencio, estrenamos (1974), de Adolfo Marsillach, o Que usted lo maté bien (1979), epifanía del humor negro televisivo en España. También llegó a intervenir en uno de los capítulos de la gran teleserie de culto de la época, Historias para no dormir.

Armiñán requirió igualmente sus servicios en el cine, por lo general en personajes polifacéticos y de carácter secundario, algo que fue una constante a lo largo de la carrera de la actriz: Carola de día, Carola de noche (1969), Al servicio de la mujer española (1978) --entre estos dos filmes estuvo apartada del cine por completo--, El nido (1980), En septiembre (1981), Stico (1984), Mi general (1986), Al otro lado del túnel (1994) y El palomo cojo (1995). Cada vez fue espaciando más sus trabajos en el cine, con breves cometidos en títulos como Siete mesas de billar francés (2007), de Gracia Querejeta, por el que ganó el Goya a la mejor actriz de reparto.

DERIVA IDEOLÓGICA / Por su dilatada labor teatral obtuvo el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert en 2013. 7 vidas también le reportó varios galardones. Hábil para el drama y la comedia (en los últimos años había aparecido regularmente en el espacio televisivo de monólogos El club de la comedia), hizo también una incursión en el género fantástico con su aparición en otra serie muy rentable, El internado (2007-2010).

Heredera de la tradición izquierdista, ya que su padre fue represaliado por el franquismo, coqueteó con las ideas comunistas. En las últimas elecciones generales votó al Partido Popular, lo que no es nuevo ni sorprendente: el director José Luis Garci realizó el mismo viraje ideológico. Su relación con Catalunya también había dado un vuelco. En una entrevista concedida a principios del 2010 en un espacio de la no precisamente amistosa Intereconomía, Baró se mostró muy agresiva llamando pueblerinos, insolidarios y egoistas a los catalanes. Más cercana a los postulados de Ciutadans y UPD, no planteó su españolidad o catalanidad en la clave cómica de la que sí hizo gala en la ficción televisiva.