CRÓNICA DE CONCIERTO

Moderat, la contundencia melancólica

El trío alemán arrasó en SonarClub conjugando un sonido demoledor con un espíritu general de melancolía

Un momento de la actuación de Moderat en SonarClub.

Un momento de la actuación de Moderat en SonarClub. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Con su enésima, pero quizá mejor, actuación en Sónar, el trío alemán Moderat (colaboración entre Modeselektor y Apparat) demostró cómo se puede apasionar a un público masivo en un festival electrónico sin necesidad de tirar de recursos manidos o el absurdo heroísmo sin fin de la EDM. El suyo es un éxtasis melancólico, y anoche sorprendió (e incluso emocionó) ver la pasional respuesta a una música que, abrace la velocidad que abrace, se desarrolla en todo momento en paisajes emocionales tirando a sombríos.

El instrumental 'A new error', una marcha con sustrato melancólico, recibió la primera ovación de la noche. Sonó contundente y abrumador; Moderat, por suerte, no se moderan con los subgraves. 'Running' subió los BPMs sin pasarse, e invitó a pensar (como poco después 'Eating hooks') en la que parece ser una referencia clave para el grupo: Depeche Mode. ¿Es mucho pedir un disco de Depeche Moderat?

A decir verdad, Moderat tampoco hacen ascos al subidón, pero incluso en esto demuestran elegancia. Sus subidones son sofisticados, no tienen sirenas antiaéreas ni 'drops' con voces distorsionadas exhortando a lo que sea. Se marcaron uno glorioso cerca del final de 'Rusty nails', menos Depeche que el híbrido perfecto de la 'cyberdelia' de Orbital con el 'jungle' fantasmal de Burial. Su mejor canción con permiso, quizás, de 'Bad kingdom', clímax selvático cuyo estribillo fue coreado por el público como si no hubiera mañana.

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