El misterio de Anfípolis

Las excavaciones en la tumba siguen arrojando nuevos hallazgos que despiertan la curiosidad de todo el mundo

Mosaico con el rapto de Perséfone, en la segunda cámara.

Mosaico con el rapto de Perséfone, en la segunda cámara.

ANDRÉS MOURENZA / ESTAMBUL

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«¡El mundo espera la respuesta a un viejo misterio! ¿Qué o quién se encuentra en la antigua tumba de Anfípolis en Grecia? ¿Es Roxana, la mujer de Alejandro Magno, su hijo, su madre o incluso el propio Alejandro?». Con este lenguaje enigmático, más propio de los programas de ciencias ocultas que de la moderna Arqueología, saluda la web creada por el Gobierno heleno para seguir las excavaciones en la mentada tumba, situada en el norte de Grecia y que se han convertido en una cuestión de la máxima importancia nacional.

Y es que, ciertamente, la tumba de Anfípolis es uno de los mayores hallazgos de la arqueología funeraria en la historia de la Grecia moderna. Incluso el llamado «Gran Túmulo» de Vergina, donde se encuentran las monumentales tumbas de Filipo II de Macedonia -padre de Alejandro Magno- y otros tres miembros de la familia real, se queda pequeño frente a la tumba de Anfípolis. Si el primero tiene unos 100 metros de diámetro, éste tiene 158 y una altura de unos 30.

Aunque en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, militares británicos trataron de penetrar en la tumba -algo que solo consiguieron parcialmente pues el Ejército búlgaro atacó y hubieron de dedicarse a la lucha en lugar de al latrocinio- las excavaciones no comenzaron hasta cincuenta años después, bajo las órdenes del arqueólogo Dimitris Lazaridis, quien no pudo avanzar por falta de fondos. La nueva ronda de trabajos se inició en 2012 pero hasta agosto de este año no se hicieron descubrimientos importantes lo que dio un empujón al yacimiento e incluso ha habido financiación extra, algo insólito en un momento de recortes, hasta tal punto que el Ministerio de Cultura ha tenido que despedir al 30 % de su personal.

«Los hallazgos hechos hasta ahora son muy importantes y muy prometedores, independientemente de quien esté enterrado dentro», explica a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA el helenista y escritor Pedro Olalla. Por el momento, se ha desenterrado el muro que rodea el túmulo, de 497 metros de longitud y 3 metros de altura, y que a pesar de los 23 siglos pasados se encuentra en perfectas condiciones. Fue construido con mármol de la isla de Thassos y se cree que podría haber sido diseñado por Dinócrates de Rodas, el arquitecto favorito de Alejandro Magno y autor del plano urbano de Alejandría (Egipto).

En el interior túmulo se ha hallado una tumba de estructura similar a las encontradas en Vergina, aunque mayor, ya que consta, al menos, de cuatro cámaras, de las que tres han sido ya excavadas. Dos esfinges custodian la primera puerta, a la que se accede tras descender 13 peldaños de mármol. Estas esculturas son «de gran calidad artística», lo que permite, según Olalla, «situar la tumba en el siglo IV antes de Cristo, periodo de máximo esplendor del helenismo». Sin embargo, el hecho de que estuviesen descabezadas y que la testa de una de ellas se hallase  en otra sala hace temer que la tumba pudo haber sido saqueada.

La segunda cámara la guardan unas bellas cariátides, de más de 2 metros de altura y con rastros de pintura rojiza, y el interior está cubierto por un mosaico que representa el rapto de Perséfone por Plutón, quien en un carro guiado por el dios Hermes la conduce hacia el Hades. Las teselas, de vivos colores, están en muy buen estado y solo falta una pequeña porción del centro del mosaico. Pero los arqueólogos han encontrado enterradas parte de las piezas, por lo que se podrá reconstruir totalmente.

Los últimos trabajos se han centrado en la tercera cámara, de la que ya ha sido retirada la tierra y arena con la que los propios constructores rellenaron el interior de las cámaras. Tanto esta cámara como la siguiente están precedidas por pesadas puertas de mármol. Por ejemplo, el portón que da paso a la cuarta habitación es de 96 centímetros de grosor y ya se ha comenzado a limpiar para poder abrirlo. Tras él se cree que se encuentre la cámara funeraria y la respuesta al misterio: ¿quién está enterrado en Anfípolis?

Pese a que el Gobierno sigue empeñado en mantener el aura alejandrina, la arqueóloga jefa, Katerina Peristeri, ha dicho que ello «carece de seriedad científica» pues aunque su tumba jamás se ha encontrado se considera que fue enterrado en Alejandría. La portavoz de las excavaciones, Anna Panayotarea, explicó que se barajan 14 posibles nombres de personajes que podrían yacer bajo el túmulo, algunos de ellos los de los principales generales del ejército de Alejandro Magno, una teoría que se vería reforzada por el hecho de que el montículo estaba coronado por un león de 5 metros -descubierto a inicios del siglo pasado- que simboliza el valor y la hombría. El profesor Thodoros Mavroyanis, de la Universidad de Chipre, asegura que el ocupante es el general Hefestion, el amigo más cercano de Alejandro y cuya muerte le sumió en la más profunda de las tristezas. Otros, como el autor Andrew Chug, creen que el secreto se esconde en el recién descubierto mosaico que, en los rostros de personajes mitológicos, ocultaría la identidad del finado, y se inclina por Olimpia, madre del rey macedonio.

Los arqueólogos piden paciencia antes de dar conclusiones precipitadas, algo difícil de conseguir cuando el Gobierno les obliga a informar casi diariamente sobre los progresos y el ritmo de las excavaciones está marcado por la televisión. Tanto es así que los empleados se han quejado de no poder dedicarse a su trabajo por las constantes llamadas de políticos y periodistas que les telefonean para saber cómo va todo.

«Se ha convertido en un polo de atracción mediático. Por un lado es bueno que se suscite expectación sobre cuestiones históricas y arqueológicas y que la gente participe de las excavaciones, que normalmente se llevan bastante en secreto. Después de todo se hacen con fondos públicos", sostiene Olalla desde Atenas: «Pero de ahí a convertirlo en una especie de circo hay un trecho. El tema se ha sobredimensionado y el Gobierno ha intentado sacar tajada para salir en los medios con una noticia positiva, creando una cortina de humo sobre otros problemas, como las medidas de austeridad que se aprueban en el Parlamento sin explicar a la opinión pública».