48 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona

La paz de Michel Camilo y Tomatito

El pianista de jazz y el guitarrista flamenco inician en el Palau de la Música la gira internacional de 'Spain forever', un disco que invita al sosiego y la calma

Tomatito (izquierda) y Michel Camilo, en Madrid, donde presentaron si tercer disco conjunto, 'Spain Forever'.

Tomatito (izquierda) y Michel Camilo, en Madrid, donde presentaron si tercer disco conjunto, 'Spain Forever'. / periodico

OLGA PEREDA / MADRID

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Michel Camilo y Tomatito -dos leyendas vivas del piano y la guitarra respectivamente- regresan el viernes al Palau de la Música, escenario que les juntó, por primera vez, hace ya 18 años. Lo harán presentando, dentro del 48 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, 'Spain forever', su tercer disco como matrimonio artístico. Que nadie espere el habitual volcán. El dúo se ha hecho mayor y más sabio. Hay silencios y esperas. Hay paz, calma y sosiego. “Aquí el menos es más. Yo vengo del flamenco con carácter. Mi guitarra es fuerte, pero después de 'Spain forever' creo que los hombres también podemos ser románticos”, se ríe Tomatito (Almería, 1958) bajo la sonrisa cómplice de su colega pianista de jazz (Santo Domingo, República Dominicana, 1954).

Hace ya muchos años que, apadrinados por el cineasta Fernando Trueba, estos dos grandes amigos derrumbaron el mito de que el jazz y el flamenco no eran una alianza seria. 'Spain' (2000), 'Spain again' (2006) y 'Spain forever' confirman lo contrario.

PROFUNIDAD Y SUTILEZA

Vivimos una época estresante. Todo lo hacemos con prisa. El nuevo disco de Camilo y Tomatito -dúo que ha tocado en todos los países del mundo- es un alto en el camino. La maravillosa versión de 'Cinema Paradiso', define por sí sola la profundidad del disco, un trabajo hecho para que la gente “se enamore” de la mano de ‘Água e vinho’‘Our spanish love song’ ‘About you’.  “Creo que 'Spain forever' nos ha quedado sutil y bonito. Es un disco especial. Lleno de cariño y personalidad propia”, continúa el pianista dominicano. Cuando estaban en plena producción, Tomatito renegaba. Decía que eso a él no le pegaba. “Yo soy garra, soy un león”, se quejaba el guitarrista, que tenía 14 años cuando fue reclutado por Camarón. Pero, al final, también cayó en la red de la sutileza, animado por Camilo, otro genio que con cinco años compuso una melodía para sus padres. “¿Genios? No, eso es una exageración. Aquí estamos para cumplir nuestro destino. Nada más”, afirma. 

Camilo y Tomatito aseguran que el secreto de su matrimonio (artístico) es el de cualquier pareja: amor, respeto y espacio libre para cada uno. Ambos, de hecho, tienen sus carreras por separado. “El respeto es muy importante. Imprescindible. Si no, no hay conciertos ni discos”, subraya el de Almería. “También es vital alegrarse por los éxitos ajenos. Yo, cuando leo en los periódicos una estupenda crónica de algún concierto de Tomatito le llamo y le felicito. Me hace mucha ilusión que le vaya bien”, añade el dominicano.

SUIZA, FINALANDIA, JAPÓN

Cuando ambos primeros espadas de la música se convirtieron en pioneros a la hora de juntar guitarra y piano sintieron algo de vértigo. Tomatito se metía en un mundo que desconocía. Y lo mismo Camilo. Pero la apuesta salió bien. “Dijimos vamos a probar, a ver qué pasa. Vamos a divertirnos y a hacerlo bien. Sin más misterio”, recuerdan. Ambos encontraron su “séptimo sentido”, un espacio muy íntimo entre ellos. Y el público les aplaude. Ni un solo escenario es desconocido para un dúo que, después del concierto del viernes en Barcelona, tocará en Suiza, Finlandia, Estambul, Japón, Austria…

Los conciertos son -concluyen- la única manera de que los músicos se puedan ganar hoy la vida. Plataformas como Spotify o Youtube no dan rédito económico, aunque sí sirven -apunta Tomatito- para que “te conozca más gente y luego vengan a verte en directo”. Delicadamente editado por Universal, 'Spain Forever' es una gozada no solo para oír sino para tocar. El placer de manosear un disco, asume Camilo, es algo que se da solo en dos países: Francia y Japón. Sus próximas paradas.