Mark Kozelek descubre en Barcelona su idilio con la guitarra española

Otoño es la estación en la que Mark Kozelek acostumbra a salir de gira por Europa. Y como ya hizo en el 2007, ha decidido jugársela en las distancias cortas del Heliogàbal. Solo con su guitarra, el cantautor californiano se dispone a transformar el bar de Gràcia en una minúscula capilla románica en la que solo su aguda y llorosa voz está autorizada a romper el silencio. Quienes en 1992 quedasen tocados por el primer disco de Red House Painters saben que se avecina una noche inolvidable.

Y no una, sino dos, ya que Kozelek ofrecerá dos conciertos en Barcelona. De este modo, la capital catalana queda como única escala de esta gira. Es una suerte y, al mismo tiempo, una paradoja, ya que España es uno de los países que más ha inspirado al californiano. De una de sus visitas a nuestro país nació el disco en directoFind me, Ruben Olivares: Live in Spain(2009) y en España se ha publicadoNoches de tránsito(2010), un libro que recopila las traducciones al castellano de sus letras.

La gira europea del de San Francisco tiene como motivo la presentación del discoAdmiral fell promises(2010). Esta vez ha grabado en completa soledad, pero lo firma con el alias Sun Kil Moon por razones económicas: calcula que este alias supondrá alrededor de un 30% más de ventas que si lo acredita a su nombre real. Su sonido, acústico y encerrado, remite con fuerza a las primeras obras de Red House Painters y aGhosts of the great highway(2003), de Sun Kil Moon, pero hay una diferencia fundamental.

EnAdmiral fell promises Kozelek expone su progreso con la guitarra clásica o española. No hay bajo ni batería, así que los matices que diferencian el sonido de la guitarra española de la acústica son la esencia misma de las canciones. En varias de ellas, empieza con enrevesados punteos a modo de exhibición instrumental para, acto seguido, sumergirse en ese ambiente brumoso, frío y misterioso que caracteriza su estilo desde tiempo inmemorial.

ADMIRADOR DE SEGOVIA / Contaba Kozelek en una entrevista que el flechazo con la guitarra clásica le llegó recientemente a través de Andrés Segovia. Llegó a sus manos un recopilatorio donde el maestro interpretaba piezas de Frederic Mompou y María Esteban de Valera, entre otros, y decidió que consagraría su siguiente disco a este instrumento. El minucioso minimalismo deAdmiral fell promises es uno de sus grandes logros recientes y otra prueba de su sutil e indeleble relación con España.