ESTRENO EN GRÀCIA

Duelo de reinas en el Lliure

Sílvia Bel y Míriam Alamany encarnan a María Estuardo e Isabel I en una versión reducida del drama de Schiller dirigido por Sergi Belbel

obra  de teatro  maria estuard

obra de teatro maria estuard / periodico

Marta Cervera

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Sílvia Bel y Míriam Alamany se enfrentan a partir del jueves a un duelo de reinas en el Lliure de Gràcia con ‘Maria Estuard’. Fueron precisamente ambas actrices –Bel interpreta a María Estuardo, reina de Escocia y Alamany a Isabel I de Inglaterra– quienes propusieron a Belbel adaptar y dirigir esta obra ambientada a finales del siglo XVI a partir del drama romántico de Friedrich von Schiller. Belbel concentra los cinco actos del texto original en dos horas de acción. En lugar de los casi veinte personajes esta versión cuenta con ocho interpretados por siete actores. Jordi Banacolocha, Àlex Casanovas, Carles Martínez, Fina Rius y Marc Rius completan el reparto.  

SIN PARAFERNALIA

“He utilizado los personajes imprescindibles para explicar la historia conservando solo los momentos álgidos y eliminando toda la parafernalia”, señala Belbel. Su montaje va directo al conflicto político, religioso y sentimental de ambas reinas. Estuardo es una ferviente católica, una mujer atractiva y con experiencia en el amor que se ha casado dos veces por motivos políticos y la última, por amor. “Me identifico con mi personaje porque yo también soy muy pasional”, afirma Bel. “Es un texto endemoniadamente complicado y con un enfrentamiento político brutal. Interpretar esta obra es como hacer un triple salto mortal sin red. Es un reto muy estimulante pero de gran dificultad”.

Isabel I es la cara opuesta. Ella es protestante-anglicana, religión impuesta por su padre Enrique VIII en Inglaterra. A diferencia de Estuardo, ella nunca se ha casado. Tampoco lo ha tenido fácil para llegar al trono pues es hija de Ana Bolena, hija ilegítima a ojos del poder católico. Desde este punto de vista político Estuardo representa una amenaza pues está muy bien situada en la línea de sucesión al trono inglés.

DOS MUNDOS

A nivel humano tampoco tienen demasiado en común. “María Estuardo se ha librado al placer, al amor, al arte y a la poesía. Se ha casado tres veces, la última por amor, a pesar de los problemas que ello le ha traído”, recuerda Belbel. Isabel, en cambio, no ama para evitar equivocaciones. “Para Isabel el amor es terreno vedado. Al conde de Leicester lo mantiene en la corte pero no tiene relación con él. Decide ser reina virgen y morir sin descendencia por miedo a perder el control”.

María Estuardo estuvo encerrada en el castillo de Sheffield durante 18 años tras un juicio de marcado carácter político realizado entre 1568 y 1569. El montaje muestra sus últimos días de su vida. Un mismo espacio escénico central con el público a ambos lados se convierte en la cárcel de Estuardo, el palacio de Isabel y un parque. “La escena primera es bastante larga, despúes todo se acelera. Solo he mantenido íntegro el tercer acto, esa invención de Schiller del encuentro de ambas reinas que nunca se vieron cara a cara en la vida real.” 

El director sí ha mantenido en su versión el florido lenguaje de Schiller. “Ese vocuabulario retótico y lleno de metáforas es la grandeza de este texto. Es muy interesante porque Schiller, tras abrazar el racionalismo y las ideas de la revolución francesa, quiso volver al lenguaje de Shakespeare”.