Marc Anthony abre un julio latino

No hay tantos cantantes que, a su paso por Barcelona, se atrevan a programar una actuación en un estadio de fútbol. Y la mayoría son estrellas anglosajonas. Marc Anthony, una de las figuras más populares de la salsa, está habituado a los grandes desafíos, pues años atrás osó interpretar al gran Héctor Lavoe en una película y actuará el viernes en el estadio del Espanyol de Cornellà-El Prat dentro de una minigira española con veraniegas escalas en A Coruña, Benidorm y Marbella. No es el único artista de música latina que visita Barcelona este mes. Los mexicanos Celso Piña y Molotov, los chilenos Quilapayún y Ana Tijoux, los colombianos Bomba Estéreo y los puertorriqueños Plan B llenarán la ciudad de cumbia, folclor, hip-hop, champeta, rock y reggaeton.

Aunque en la última década no ha dejado de aumentar el número de habitantes centro y suramericanos que vuelven a sus países de origen, en el 2015 el Institut d'Estadística de Catalunya cifró en 220.000 el número de inmigrantes latinoamericanos censados, lo que supone un 21% del global de extranjeros residentes en Catalunya. Y esta diversa comunidad latina ha consolidado una de las ofertas musicales más sólidas y constantes gracias a promotores que contactan con artistas de Colombia, Perú, México o Chile.

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Son giras que a menudo obtienen apoyo económico de empresas de envío de divisas o aerolíneas latinas. Otras veces son viables gracias a la colaboración de restaurantes u otro tipo de establecimientos regentados por ciudadanos latinoamericanos que también sirven de punto de información en el que exponer carteles y octavillas anunciando los conciertos. Y casi siempre se valen de canales de comunicación propios como webs, emisoras digitales y algunas en el dial. Algunas actuaciones se celebran en ciudades del extrarradio barcelonés, pero discotecas de Barcelona como Pachá, Attic y Up & Down acogen habitualmente giras de ídolos transatlánticos.

ACORDEONES Y QUIJADAS

El boom de la música latina también está llegando a las salas de conciertos. Apolo recibe este mes a Quantic (día 6), productor inglés afincado en Cali y entusiasta investigador de la música colombiana; a los peruanos Novalima (día 7), que transportan instrumentos tan ancestrales como la quijada de cabra al presente más electrónico; a los en su día atronadores Molotov (día 20), autores del célebre 'Gimme the power'; a las Kumbia Queers (el mismo día 20, pero en La 2), con su cumbia-punk feminista; y al acordeonista mexicano Celso Piña (día 27). Para quien no tenga bastante con todo esto, el 3 de agosto llegan los ritmos colombianos de Systema Solar.

Al otro lado del Paral.lel, la sala Barts y su Barts Club, ubicado en el piso de arriba, se han erigido en el centro más caliente de convenciones musicales latinas. Este mes programan nombres de larga tradición, como los chilenos Quilapayún (día 3) y clásicos eléctricos más recientes, como el argentino Gustavo Cordera, excantante del grupo Bersuit (día 9), además del Electropikal Fever Fest, una cita ya imprescindible en la agenda.

CUMBIA EN EL GREC

La actuación de Cordera se enmarca en el festival Grec, igual que la del uruguayo Jorge Drexler (día 13), la del prodigioso grupo venezolano C4 Trío (día 14) y la velada de tango con el Quinteto Real (día 18). El Grec  siempre se decantó por los sonidos latinos refinados, pero este año anuncia un fin de fiesta sudoroso con la nueva cumbia chilena de Chico Trujillo (día 31). Jardins de Pedralbes ha abierto un único hueco al cono sur con los brasileños Toquinho y Maria Creuza. Y Cruïlla sí apuesta por las músicas populares modernas, incluyendo en su cartel (días 8 y 9) a los colombianos Bomba Estéreo y a la rapera chilena Ana Tijoux.

Este julio, tan ajetreado para los amantes de la música latina, tiene, además, un prólogo muy significativo, con el concierto gratuito de la Orquestra Plateria en la plaza de Margarida Xirgu para inaugurar la oferta musical del Grec. En los años 70, la Plateria fue una de las principales introductoras de los ritmos latinos en Catalunya. Entonces, la inmigración latinoamericana era anecdótica y títulos como 'Pedro Navaja' y 'Moliendo café' nos sonaban exóticos y lejanos. Hoy son parte de nuestra memoria y los ritmos latinos forman parte ya de nuestro paisaje sonoro cotidiano.

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