Un Petit Príncep con marcha

Tras meses de trabajo todo está listo para el debut este viernes del musical 'El Petit Príncep', una ambiciosa apuesta dirigida por Àngel Llàcer (escena) y Manu Guix (música) que traslada al teatro el célebre relato filosófico escrito por Antoine de Saint-Exupéry. La pareja artística ya triunfó con otro musical también basado en un personaje literario, Gerónimo Stilton, y espera dar el golpe estas navidades con esta adaptación coproducida junto a La Perla 29 que recala en la sala Barts hasta principios de enero. Este fin de semana habrá sesiones a las 12.00, las 16.00 y 19.00 horas.

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Lejos de la seriedad de otros montajes de la pieza, ésta propuesta familiar promete mucha marcha. Está diseñado para el público de hoy, con mucho ritmo y sorprendentes imágenes. Un niño de 14 años, actor y cantante con muchas tablas para su edad, es el protagonista de 'El Petit Príncep'. Su nombre real se mantiene en secreto por exigencias de los directores, repitiendo una dudosa estrategia de comunicación usada ya en Gerónimo Stilton.

En escena le acompañan Llàcer, la cantante Elena Gadel, Marc Pociello (que encarnó a Stilton) y Xavi Duch. «Hacer esta obra ha sido como volver a mi infancia», destaca Gadel, que encarna a la orgullosa rosa del cuento con un vestido maravilloso.

Experiencia reveladora

Saint-Exupéry publicó su famoso libro en 1943 tras sufrir una experiencia traumática cuando el avión que pilotaba se perdió en el desierto Sáhara y estuvo a punto de perder la vida. Llena de metáforas y poesía, su obra reflexiona sobre el sentido de la vida a partir de la historia imaginaria de un niño que viaja por la galaxia para descubrir qué es el amor y la amistad. La lógica de sus preguntas pondrá en jaque a los extraños personajes que se cruzan en su camino.

Recrear en escena el mundo onírico del libro y sus dibujos, también de Saint-Exupéry, ha supuesto un gran reto. El asteroide B612, el desierto, el planeta del rey y el del bebedor cobran vida de forma mágica gracias a una escenografía virtual realizada por Jordi Queralt y Tatiana Halbach. Un elaborado diseño de 'mapping' crea soprendentes texturas y atmósferas llenas de color que se completan con personajes animados que interactúan con los actores.

Para facilitar la sincronía entre proyecciones y música, la banda sonora está grabada. El único instrumento en directo es la voz de los intérpretes. «Las canciones reflejan las emociones del libro. No tienen un estilo determinado. Unas suenan pop, otras jazz y muchas son difíciles de catalogar», explica Guix, cuyas melodías ya están en iTunes.