EXPOSICIÓN EN LA PLAZA DELS ÀNGELS

Experiencia sensorial en el Macba

El centro exhibe 85 piezas de su colección que aluden a los sentidos, el tiempo y el conflicto

La instalación multisensorial 'Entrevendo' de Cildo Meireles.

La instalación multisensorial 'Entrevendo' de Cildo Meireles. / periodico

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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El Macba no tiene una exposición permanente de su colección pero sí organiza de forma recurrente muestras temporales con sus fondos. En sus 20 años de existencia (los celebró el pasado mes de noviembre), suma ya 30 exposiciones con obras de su propiedad, así que la que presenta ahora lleva por título 'Colección Macba 31', en clara referencia a la cantidad de veces que el centro ha puesto parte de la colección a la vista del público. La actual, en cartel hasta junio del 2017, presenta 85 piezas de las 5.452 que atesora, trabajos realizados entre 1959 y 2014 y firmados por 50 artistas de todo el mundo: Hans Haacke, Piero Manzoni, Àngels Ribé, Muntadas, Cildo Meireles, Joan Jonas, Esther Ferrer, Hans-Peter Feldmann, Krzysztof Wodiczko, Marcel Broodthaers, Octavi Comeron, Harun Farocki, Vito Acconci, Gordon Matta-Clark, Jordi Benito, Dan Graham y David Lamelas, entre ellos.

MANUAL DE INSTRUCCIONES

Una macro instalación multisensorial de Cildo Meireles, inédita en Barcelona, da la bienvenida a la muestra e invita al espectador a vivir una experiencia sinestésica. De entrada, instrucciones: "Coja una bolsa del interior del congelador", "Introduzca ambos cubitos en la boca", "Vaya hasta el fondo de la instalación manteniendo los cubitos en la boca hasta que se derritan". Una vez se cumplen las normas, se supone que el visitante ha tenido una relación diferente a la habitual con la obra de arte. Es decir, "en lugar de activar el sentido de la vista, activa el del sabor; de esta manera se rompe el paradigma de percibir solo el arte a través de los ojos", concepto válido mientras el arte fue sinónimo de pintura o escultura, pero para nada aceptable en la creación contemporánea y sus nuevos formatos, apunta Antònia Maria Perelló, responsable de la colección del museo.

Tras la experiencia sensorial, la exposición apela a los sentidos y a la existencia de uno mismo para entrar en la noción del tiempo y acabar con la relación del individuo con el exterior, o sea, los conflictos. Experimentación, tiempo y conflictos, las tres nociones por las que se mueven las obras expuestas. Ahí están los monitores con ruido blanco (vamos, con nieve) de David Lamelas que apelan "al no mensaje, al tiempo suspendido, a la negación del tiempo", aclara Perelló, el mismo discurso de 'Hunde (dogs)' y 'Büsi (Kitty)', los dos videos de Peter Fischli David Weiss en los que unos perros miran detrás de una valla y un gato bebe agua, respectivamente. Al paso del tiempo y a su mella en el individuo incide Hans-Peter Feldmann con su conocida pieza '100 años': 100 fotos de 100 individuos, un personaje e imagen por año, desde un recién nacido hasta un abuelo centenario. "Un bodegón barroco pero con imágenes contemporáneas", a juicio de Perelló.

PASADO Y FUTURO

Otra reconocida pieza, 'If you see somethig...', de Krzysztof Wodiczko da paso a aquello que pasa cuando el individuo sale de sí mismo hacia el exterior: los conflictos, la parte que cierra la exposición. El artista alude a la marginalidad y a la inmigración con cuatro proyecciones que simulan cristales traslucidos y dejan entrever siluetas. Rostros inidentificables que remiten a la invisibilidad social de los inmigrantes. A partir de aquí, guerras políticas y económicas con Harun Farocki y en su trilogía fílmica sobre la irrupción de la tecnología bélica en la vida civil; y Allan Sekula y sus retratos de la ocupación de las calles de Seattle y las manifestándose contra la cumbre de la Organización Mundial del Comercio, en 1999.

Ochenta y cinco piezas que forman parte de la colección, o sea, de "la esencia del museo", según su director Ferran Barenblit y que "recogen el pasado y dejan entrever el futuro" del centro, concluye su responsable.