El Macba, descabezado

Bob Dylan, en Los Ángeles en el 2013

Bob Dylan, en Los Ángeles en el 2013 / AP / CHRIS PIZZELLO

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Ni una palabra sobre la decisión del director del Macba, Bartomeu Marí, de intentar impedir la exhibición de la llamativa escultura de Ines Doujak en el Macba, ni sobre la decisión de los comisarios de seleccionarla, ni acerca de la rectificación in extremis de Marí. Jaume Ciurana, presidente de la comisión delegada del Macba, comunicó ayer el descabezamiento general de la dirección del museo «no en términos de censura», sino por las «dificultades de formar equipo» que se han demostrado y que han llevado al museo a «una crisis profunda».

El desenlace provisional del conflicto acabó ayer con la decisión, por parte de la comisión delegada que reúne a las instituciones que forman parte del patronato del Macba, de «darse por enterada» de la última acción del ya director saliente, Bartomeu Marí, la de destituir en todas sus «responsabilidades orgánicas» al conservador jefe y al jefe de programas públicos que él mismo nombró el pasado 13 de enero, Valentín Roma y Paul B. Preciado, comisarios a su vez de la exposición La bèstia i el sobirà.

Acto seguido, para dejar claro que no se trataba (o no se trataba solo) de apear a los responsables directos de la polémica muestra, que dejaron en manos del director, las instituciones aceptaron la dimisión ofrecida por este mismo, aunque no la del gerente, Joan Abellà, que fue ratificado en su cargo «para garantizar el funcionamiento ordinario del museo durante todo este proceso». De forma inmediata el patronato convocará un concurso público internacional con un jurado de expertos para la elección del nuevo director. La dimisión de Marí no tendrá efectos hasta que se incorpore la nueva dirección del museo, por lo que deberá seguir trabajando en «el desarrollo normal de la temporada expositiva 2015 que se tenía que presentar la semana pasada».

CRISIS DE DIRECCIÓN / Da impresión de que a la melée que forman un perro, una militante obrera boliviana y un individuo con los rasgos del Rey Juan Carlos I se les podrían añadir en una nueva versión de la escultura, sin faltar mucho a la verdad de lo sucedido estos días pero sin que quede claro el orden de los factores, a los dos comisarios que le hicieron saber a Martí el lunes 16, con la escultura ya instalada, el parecido entre una de las figuras y el Rey, y al propio director, que no debió de percibir la semblanza al firmar semanas antes la ficha de recepción de la obra con foto incorporada. Sin descartar que la nómina de responsables -al fin y al cabo, la escultura es una metáfora inversa de las relaciones entre poder y  mundo- pudiera ser más amplia.

Las instituciones definían anoche en otros términos la situación de «falta de confianza» entre el director y dos cargos de confianza incorporados solo dos meses antes, en unos cargos que han visto un continuo baile de nombres durante los últimos años: «La comisión delegada del Macba lamenta profundamente que el desencuentro entre profesionales haya trascendido el ámbito dialogante y constructivo que ha de presidir la relación entre los responsables de una institución pública y la haya situado en el centro de una polémica no deseada».

Es decir, un tirón de orejas en toda la regla a todos los implicados en el espectáculo. Un reparto de responsabilidades, sin embargo, algo más restringido que el que hicieron los trabajadores del Macba el viernes, cuando reclamaron «que se revise el modelo de dirección» después de haberse producido una situación «profundamente lamentable, indigna de un museo público», que «es responsabilidad del equipo de investigación formado por el director, el gerente, el comisario en jefe y el jefe de programas públicos» y que «no es más que el síntoma de una situación que el Macba arrastra desde hace seis años y que ha dejado a la institución en una posición de fragilidad e incertidumbre». ¿Y sobre la decisión de presentar/censurar/amnistiar la escultura? Ciurana criticó anoche «el conjunto de decisiones que se han hecho y el trabajo previo que se ha hecho o que no se ha hecho». A su vez, la nota oficial de la comisión permanente expresa «su respeto por la libertad creativa y las decisiones artísticas» y la voluntad de abrir «una nueva etapa en la vida del museo» en la que este, « asuma la responsabilidad de transmitir el arte contemporáneo, ofrecer una multiplicidad de visiones y generar debates críticos sobre el arte y la cultura».