ADIÓS A UN GRANDE DE LA CANCIÓN

Lucio Dalla, el discreto

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Basta que no digas que eres gai y entonces vas a la Iglesia y te conceden los funerales". Las palabras deLucia Annunziata, expresidenta de la RAI y actual presentadora de un programa, sobre lahomosexualidad de Lucio Dalla, ha desatado una pública polémica en un país donde un refrán reza que "lo importante no es ser castos, sino cautos".

La mayoría de su público, más amplio y fiel de cuanto se pudiera pensar, ignoraba queDalla era gai. Tal vez a nadie le importaba saberlo, porque sus letras se imponían por encima de lo personal del artista. No se supo hasta que el pasado domingo, día en que habría cumplido 69 años, se celebraron susfunerales en la iglesia de san Petronio de Boloniasan Petronio de Bolonia. Seis mil personas en el templo, 70.000 en la plaza, mientras su música resonaba en todas las calles de la ciudad más burguesa, comunista, masónica y curial de Italia, en la que todo, incluida la riqueza, se vive con discreción.

Discreción

El obispo local y la misma conferencia episcopal italiana habían pedidodiscreción, que en los funerales no se cantasen ni se escuchasen las canciones delÚnico. Sin embargo fue en la iglesia que Lucio Dalla salió del armario, de la mano deMarco Alemanno, su compañero desde hacía 10 años. Durante décadas su madre,Iole, le había pedido una novia. En los mismos funerales, su desmesurada "familia ampliada", formada por amigos, amigas, colaboradores, técnicos discográficos, alumnos de sus clases de sociología y algún lejano pariente se esforzaron en presentar a su secretaria factótum como si fuera ella, más por soslayar el tema que por engañar.

Hasta que Marco, de 31 años, tomó la palabra, en una especie de sermón laico. "Tenía sólo 10 años y cada mañana, antes de ir a la escuela, también yo soñaba poder entrar dentro de los hilos de una radio y volar sobre los tejados de la ciudad, como cantaba aquel señor del disco que había comprado mi padre¿hoy, a diferencia de entonces, puedo explicarle lo que me ha dado y sigue dándome, hoy que junto a vosotros puedo darle las gracias". La voz de Marco se atragantó y un llanto desconsolado interrumpió sus palabras. Un largo aplauso. Muy pocos, fuera de la "familia ampliada", conocían a Marco, actor, coautor de canciones de Dalla y productor de música. Y todos le llaman "su amigo del corazón", nunca compañero o pareja.

Persona creyente

"Era una persona de gran fe", recordó Bernardo Boschi, su confesor, evocando las visitas de Dalla a la capilla de la Dolorosa del templo y aquella vez que le convenció de que sacase de una letra el verso sobre "putas y ladrones". "¿Qué es el amor?", preguntaba el cantante al teólogo y amigo, Enzo Bianchi, título también de su último álbum. "Quisiera entender qué es el amor, dónde se toma y dónde se da", canta Dalla. "Existe permisividad siempre y cuando se mire hacia la otra parte", ha criticado ahora Annunziata, sobre un Dalla que nunca fue una bandera usada por el movimiento gai italiano, porque nunca declaró públicamente su homosexualidad, como otros miles de gais católicos, mientras que el Arcigay ha criticado a la iglesia por pensar “en defenderse, con su habitual hipocresía".

El testamento

La "familia ampliada" no contemplaherederos directos de los terrenos, villas, obras de arte, sociedades y derechos de autor, evaluados en varias decenas o centenares de millones de euros. Sus "parientes cercanos" afirman que no saben si existe un testamento y que poco les importa, que lo que Dalla estaba por terminar de constituir era una fundación que se habría hecho cargo de todo. Habría sido un laboratorio musical y artístico dedicado a los jóvenes y al descubrimiento de talentos olvidados o marginados. "No sabemos lo que sucederá ahora, todo ha quedado paralizado" y "no era el tipo de dejar un testamento secreto", añaden. En estas horas, tres sobrinos, hasta ahora ignorados, están viajando hacia Bolonia.