La lucha de Che Sudaka

Che Sudaka y su combativo mestizaje recalan por fin en Barcelona después de actuar "en 39 países". "Bueno, 41 en total si contamos que de aquí a marzo se sumarán Australia y Nueva Zelanda", explica Leo Kachafaz, el extrovertido cantante del grupo que este miércoles toca en la sala Apolo, programado por el ciclo Curtcircuit. "Es una alegría inmensa volver a estar en casa después de tanto tiempo. Es un plus estar frente al público que nos vio nacer y crecer desde el 2002 hasta hoy ['Hoy' es el título de su último disco]. Además, Apolo es una sala mítica donde hemos vivido ya grandes momentos", recuerda.

La formación, integrada por artistas argentinos y colombianos instalados aquí, acumula "infinidad de aventuras desde esos duros inicios -cuenta el cantante-, cuando tocábamos en trenes de cercanías y terrazas del Gòtico estando aún como inmigrantes ilegales. Fueron tiempos difíciles que nos hicieron aprender que con trabajo, amor propio y sobre todo con respeto, todas las puertas se abren de par en par".

Bailar pensando

Según constata Kachafaz, en Catalunya "la gente de a pie está muy acostumbrada a la inmigración". "La crítica hay que hacérsela a los gobernantes -matiza-, que aún mantienen abierto el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona (CIE) mientras espolean a menudo palabras como 'libertad' e 'independiencia'. Es una aberración en pleno siglo XXI que ahí se violen derechos humanos mientras a pocos kilómetros el fin de semana el mundo entero está pendiente de los partidos que juega el Barça", sostiene.

Sobre el álbum 'Hoy', el cantante explica que "es un disco básicamente de música popular con un mensaje hiper-positivo sin dejar de lado las problemáticas actuales. Es decir, un trabajo que propone soluciones, siempre partiendo de los valores. La clave está en bailar pensando", sintetiza. Y si una canción subraya esta vocación es el sencillo del compacto, 'La ley del miedo', con estrofas del tipo "fronteras que transforman en la gente en ilegal"; "cada día muriendo la señora dignidad"; "la masa no razona"; "con tanta burocracia demencial"...

"Nació de la impotencia que sentimos cuando Federico, un amigo argentino del barrio, fue deportado tras estar detenido una semana en el CIE. Una de esas situaciones en las que la música quiere ser un remedio ante la injusticia". Y ante la reforma migratoria que propone Obama en Estados Unidos, el vocalista no se muerde la lengua: "Somos escépticos con los políticos. Al igual que la mayoría de la sociedad, estamos hartos de que nos engañen".