Low, auténtica misa celestial

Amenudo, los artistas sutiles deben enfrentarse en el directo a un bullicio invasivo. Eso no le pasó a Low. En su género, el rock a fuego lento, son estrellas y padrinos. Quien iba a verlos sabía a lo que iba. Y por eso el martes, en Apolo, se creó muy pronto el clima de respeto y silencio que uno espera al entrar en una iglesia.

Alan Sparhawk (guitarra, voz), Mimi Parker (batería, voz) y Steve Garrington (bajo) arrancaron conMonkey,deThe great destroyer(2005). Sparhawk parecía poseído por la electricidad y nos regaló algunos de sus movimientos en su banda paralela, Retribution Gospel Choir.

Silver ridermostró las armonías vocales de los colíderes a pleno rendimiento. Calma tensa, emoción intangible. Después, hitos como una seductoraNightingale, una extáticaTry to sleep, momentos casi propios de Retribution como California yWitches,y una granSpecially youcon Mimi tomando la voz principal.

Escuchar a Low -quizá, sobre todo, en directo, donde como enGran hermanolas emociones pueden magnificarse- es entrar en trance. A veces, Sparhawk puede romper el embrujo con un gesto inesperado -el final deIn the drugsfue precipitado e incluyó un extraño cruce de miradas entre él y Parker-, pero eso forma del carácter, alguien dirá la leyenda, de esta formación sin parangón.

Reales, profundos, Low exudan sentimiento en cada nota que liberan. Hunden y elevan a la vez. Finalizada20$y, con ella, la actuación, uno solo puede sentirse agradecido por toda su entrega.