Los Gaudí de '10.000 KM'

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Una producción de presupuesto 'low-cost', apuntalada en el trabajo interpretativo de tan solo dos actores y un apuesta tan minimalista y extrema sobre cómo mantener (o no) una relación a distancia en tiempos de internet, eso es '10.000 KM', del debutante Carlos Marques-Marcet, que ha logrado imponerse finalmente a las que en un principio eran las grandes favoritas de la noche en la Gala de los Gaudí, 'El Niño' y 'Stella cadente', que partieron con más nominaciones. '10.000 KM' triunfó anoche en las cinco principales categorías: mejor película en lengua no catalana, mejor director, mejor guion, mejor protagonista femenina y mejor protagonista masculino. Se da la paradoja de que la mejor película, esta vez sí en lengua catalana, ha ido a parar a 'Rastres de sàndal' que recrea entre Barcelona y Bombay una de las historias de adopción y superación extraídas de la novela escrita a cuatro manos por  Anna Soler Pont  y Asha Miró. Pero se ha tenido que contentar solo con esa distinción.

Un más que dinámico Àngel Llàcer presentó la gala derrochando cante y baile al estilo Broadway, con la intención expresa de que fuera «curta i picadeta», lo que se agradeció.  No perdió la ocasión para bromear frente al president Mas de sus tensiones con Oriol Junqueras. «Parecen Pimpinela», bromeó.

Si nos atenemos al número de premios a 'El Niño', a la película de acción de Daniel Monzón sobre el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar tampoco le ha ido mal, con sus cinco galardones técnicos dirigidos especialmente a su impecable factura visual (montaje, música original, fotografía, sonido, dirección de producción) y los dos de sus actores secundarios. Han sido Barbara Lennie -posiblemente la más elegante de la noche, de negro riguroso-  que como actriz en alza del momento también estaba nominada por su papel en 'Stella cadente', y el siempre eficaz Eduard Fernández, que obtuvo con este su tercer Gaudí (aunque con los nervios, se le escapó el gazapo de agradecer un Goya). Por cierto que a Fernández también se le pudo ver en el equipo que salió a recoger el premio a 'Descalç sobre la terra vermella',  como mejor película con destino televisivo, donde encargó al obispo Pere Casaldaliga.

Fuera de guion

 La actriz Belen Fabra, que dio el Premio al mejor protagonista masculino a David Verdaguer,  por su trabajo en '10.000 KM' hizo que se incomodara media platea y aplaudiera la otra media, al recordar que que faltan tres días para que sea de nuevo 4-F, y expresar su deseo de que «ojalá se haga justicia», en relación a ese caso.  Mientras que  Natalia Tena (nacida en Londres) agradeció su galardón a la mejor protagonista femenina en un esforzado catalán.

La gran perdedora de la noche fue 'Stella cadente'. La arriesgada y renovadora cinta histórica de Lluís Miñarro apenas rascó dos premios (dirección artística y vestuario). La floreada americana azul tuquesa que lució no le trajo suerte. Más satisfecho quedó Jaume Balagueró que también se llevó dos premios (efectos especiales y maquillaje y peluquería), de los nueve a los que estaba nominada.

Gabor Bene, director de fotografía húngaro que se quedó ciego hace un década, es el protagonista del documental 'Gabor', una historia de superación sobre su caso. Subió con su perro  lazarillo a recoger el premio junto al director Sebastián Alfie y el productor Albert Solé. Es una de las cuatro producciones de documental que dan cuenta del buen momento por el que está pasado el formato.

'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo', se alzó como mejor película de animación -aunque su director Javier Fesser no pudo acudir a recoger el premio-.

La directora de la Academia del cine catalán, Isona Passola, que apareció vestida con los colores republicanos, mostró en su discurso la esperanza de que la nueva tasa a las operadoras telefónicas puedan ayudar al cine catalán, actualmente bajo mínimos, y entregó el Gaudí de Honor a Ventura Pons, quien lo agradeció en discurso a base de pareados, que no olvidaron quejarse del IVA y de la piratearía.