Los Brincos, de nuevo al asalto

El supergrupo del pop español de los años 60 reaparece con una gira que los llevará a Barcelona en junio. «Nos están llamando de muchas ciudades para vernos», afirma Miguel Morales, uno de los integrantes

SON LEYENDA. Arriba, Miguel Morales, en un concierto reciente de Los Brincos. Abajo, una formación clásica y, a la derecha, el grupo, pintado por Juan Pardo.

SON LEYENDA. Arriba, Miguel Morales, en un concierto reciente de Los Brincos. Abajo, una formación clásica y, a la derecha, el grupo, pintado por Juan Pardo.

POR LUIS TROQUEL

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En el siglo XX, cuando un grupo de décadas anteriores volvía a los escenarios se hablaba de revival. En el siglo XXI, las reunificaciones de grupos son uno de los principales reclamos de los grandes festivales, donde año tras año actúan uno tras otro sin teórica coartada nostálgica. ¿¡Quién dijo revival!? Poder volver a escuchar las canciones de Los Brincos en vivo es en todo caso un acto de justicia musical. Una deuda pendiente con el grupo de rock más grande que ha dado la escena española.

Los Brincos fueron en los años 60 tan gigantescos como en los 80 Mecano, que de rock nunca tuvieron nada. El pop de Los Brincos, en cambio, nació a imagen y semejanza de los conjuntos beat británicos que por aquel entonces conquistaron el mundo. Les llamaban los Beatles españoles, pero no se quedaron en la simple réplica de impecable factura sonora. Si de algo andaban sobrados, es de personalidad. O personalidades, igual habría que decir. Un grupo en el que casi todos serían figuras por sí mismos. Overbooking de talentos, entre ellos Fernando Arbex, Juan Pardo y los hermanos Morales: Junior, Ricky y Miguel. Este último es el responsable de que Los Brincos tengan una nueva vida. Y de que podamos verles en concierto: el próximo 18 de junio en la sala BARTS de Barcelona. Celebrando su 50º aniversario.

Arbex y Jennifer Lopez

«El pasado mes de diciembre hicimos un homenaje a los primeros componentes en el teatro La Latina y como se vendieron todas las entradas, este mes de mayo repetimos allí durante cinco días. Y nos están llamando de muchas ciudades para vernos», explica Miguel Morales Baretto. De su anterior actuación en Barcelona, en  Luz de Gas, han pasado casi tres lustros. Todavía con el genial Fernando Arbex, fallecido poco después con 61 años y un inmenso legado artístico. «Algo antes, Jennifer Lopez se había servido de la base de un tema suyo para la canción Jenny from the block», recuerda Miguel Morales.

Arbex siempre concibió a Los Brincos como un conjunto de varios vértices. «Una de las primeras cosas que me dijo cuando me incorporé a la banda es que en Brincos componíamos todos». Y todos cantaban. La mayoría de sus hits siguen siendo inconcebibles sin las deliciosas armonías vocales con que se grabaron. «Tanto en las armonías como en los arreglos, nos ayudó mucho Mariní Callejo». Insigne productora cuya firma figuraba como coautora de su rutilante primer single: Flamenco. «Aunque eso creo que fue porque en aquel entonces aún tenía que figurar un músico titulado en la autoría de las canciones».

 

Los Brincos pronto se convirtieron en punta del iceberg de todo un fenómeno. El más popular de la ola de grupos pop sesenteros que marcó el desarrollismo. «Cantar repertorio propio en español fue una de las claves». Querían llamarse Las Ovejas Negras, al más puro estilo Rolling Stones, pero al final optaron por el más beatleliano Brincos. Aunque a la desbordante locura de fans que despertaron no se le denominó brincomanía, sino brincosis.

Los cuatro primeros Brincos eran Fernando Arbex, Juan Pardo, Antonio Morales Junior y Manolo González. Debutaron en 1964 y esa primera formación se mantuvo dejando dos discos homónimos y éxitos como Mejor, Borracho, Un sorbito de champagne, Sola, Tú me dijiste adiós, A mí con esas, etcétera. Las arduas rivalidades internas provocaron que en pleno éxito se escindieran Juan y Junior, para formar un efímero y exitoso dúo. Y en su lugar, entraron Vicente Martínez y uno de los hermanos de Junior, Ricky Morales.

En 1968 publican Contrabando respaldados por Larry Page, mánager de The Kinks y The Troggs. «Yo en la grabación no participé, pero al tenerse que ir Vicente a la mili y ocupar yo su lugar, salía ya en la foto de la portada», explica Miguel Morales. En aquel disco había canciones como la sublime Nadie te quiere ya o el exitazo estival Lola; anterior a su tocaya de los Kinks y antecedente del estilo que patentarían Los Secretos. «Me contaba mi hermano Ricky que se habían tomado dos copas y, de broma, empezaron a tocar y cantar en plan mexicano, pero Fernando al día siguiente apareció con la canción terminada».

 

Miguel Morales había sido precisamente guitarrista de Juan y Junior, pero siguió junto a Arbex a partir de entonces en el grupo que formaron la siguiente década con notable impacto en el mercado estadounidense: Barrabás. «Fue en realidad una transformación de Los Brincos tras todos los problemas con que nos encontramos al publicar nuestro siguiente disco, Mundo, Demonio y Carne». Un trabajo visionario publicado en 1970 a regañadientes por su discográfica, Zafiro. «Ellos mismos nos censuraron una portada fantástica que nos hizo el pintor Claudio Bravo».

 

Cuando a finales de los años 70 casi todos los grupos de su quinta se reunificaron en plena fiebre revivalista, ellos ni se lo platearon. No volvieron hasta el año 2000, con el disco Eterna Juventud. Hoy Miguel Morales lleva la bandera de Los Brincos. O mejor dicho, la capa. Llamativo distintivo estético del grupo. «Lo de las famosas capas tan españolas al parecer se le ocurrió a Juan Pardo». ¡¡¡Estando en Nueva York!!! «Al vérsela a un hombre en una fiesta en la embajada». Al igual que sus hermanos Antonio Morales Junior (fallecido hace ahora un año) y Ricky, Miguel nació en Filipinas. Lleva casado desde 1975 con la actriz Fedra Lorente, la famosísima Bombi del Un, dos, tres… todavía en activo con películas como La espina de Dios. Tampoco piensan parar Los Brincos y ya perfilan un nuevo disco con canciones inéditas. «Aunque Juan Pardo lleva 10 años volcado en la pintura, de vez en cuando coge la guitarra y sigue componiendo. Espero que alguno de esos temas también forme parte del repertorio».