EL MUSEO DEL QUAI BRANLY DE PARÍS ACOGE 'LA INVENCIÓN DEL SALVAJE'

Lilian Thuram desmonta los prejuicios sobre el racismo

El exazulgrana arremete en una exposición contra los 'zoos humanos'

El exjugador del Barça Lilian Thuram, en la exposición 'La invención del salvaje', de la que es comisario.

El exjugador del Barça Lilian Thuram, en la exposición 'La invención del salvaje', de la que es comisario.

ELIANNE ROS
PARÍS

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El presidente del Museo del Quai Branly de París, Stephane Martin, solo tardó 10 minutos en decir sí a Lilian Thuram cuando el exjugador del Barça le propuso organizar una exposición sobre loszoos humanos -exhibiciones de indígenas de otras culturas presentados como salvajes- para explicar «la construcción del racismo». Thuram descubrió hace 10 años la existencia de estos espectáculos en los que se confundía monstruosidad y exotismo. «Fue una gran revelación, me sorprendió la amplitud del fenómeno, que se convirtió en una cultura de masas en el siglo XIX y duró hasta los años treinta», confiesa el deportista retirado, que ayer se estrenó como comisario presentando la muestra tituladaLa invención del salvaje.

El recorrido, abierto al público hasta el 3 de junio, se remonta a los indios que Cristobal Colón trajo de América como testimonio del éxito de su expedición hasta llegar a laépoca doradade los circos y exhibiciones en los mismos zoos donde se mostraban los animales. «De lo sórdido a lo mercantil hasta el colmo de la indecencia», resume Martin. En uno de los múltiples fragmentos de los testimonios audiovisuales que pueden verse en la muestra aparecen unos niños blancos dando galletas a unos negros encerrados en un jaula. «El conocimiento de los zoos humanos me ha permitido comprender mejor por qué algunas ideas racistas perduran aún en nuestra socied», sostiene Thuram, que tras retirarse del fútbol profesional se ha reciclado como activista contra los prejuicios basados en el origen a través de su fundación Educación contra el racismo.

«El público asistía en masa al espectáculo, negando la humanidad de esos niños, hombres y mujeres», dice Thuram, que subraya la presencia, entre ellos de «los bisabuelos de mi amigo Christian Karembeu (exestrella de la selección francesa de fútbol) exhibidos en el Jardin d'Acclimatation de París y en Alemania en 1931».

EL 'NEGRO DE BANYOLES' / En la muestra puede verse un dibujo y un cartel anunciando a la famosa Venus Hottentotte, que se convirtió en símbolo de este tipo de exhibiciones. La Venus compartió protagonismo con elnegro de Banyoles, sobre el que aparece una referencia en el catálogo de la exposición. Thuram es partidario de que los restos de estoszoos humanosque aún perduran en algunos museos sean devueltos a sus países de orígen «para devolverles su dignidad», como se hizo con el pigmeo de Banyoles, enterrado en Bontswana, igual que la Venus, a principios de la pasda década.

La paradoja de mostrar una exposición que condena precisamente la exhibición la resuelve sin complejos: «Lo que me interesa es desmontar la noción de la raza, articulada con el único criterio del color de la piel. Es una construcción intelectual. Te vuelves negro en la mirada de los demás. Yo lo descubrí a los 9 años, cuando llegué a Francia desde las Antillas». Tampoco tiene problemas a la hora de justificar su reconversión en comisario cultural, labor que ha compartido con los historiadores Pascal Blanchard y Nanette Jacomijn. «Se trata de utilizar mi notoriedad para hacer evolucionar las mentalidades», admite.